El 5 de diciembre se celebra el Día Mundial del Suelo, que este año tiene como objetivo concienciar a la sociedad para acabar con su degradación, con el hastag #StopSoilPollution.

El experto de EOI Gabriel Conde alerta sobre sus efectos tóxicos para seres humanos, animales y plantas y su influencia en la contaminación de otros medios.

Un tercio de los suelos del planeta están degradados, según cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La mayoría de los contaminantes proceden de actividades humanas, como las prácticas agrícolas no sostenibles, las actividades industriales y la minería o los residuos urbanos no tratados. Una circunstancia que afecta a la calidad de los cultivos y a la seguridad alimentaria.

Para alertar sobre la importancia de revertir esta situación, mañana se celebra el Día Mundial del Suelo, que este año tiene como objetivo concienciar a la sociedad para acabar con su degradación, bajo la etiqueta #StopSoilPollution.

Los problemas originados por la contaminación del suelo presentan varias circunstancias agravantes. “Para empezar, con la excepción de los vertederos incontrolados de residuos, en la mayoría de los casos los contaminantes no se ven”, subraya Gabriel Conde, profesor del Master en Ingeniería y Gestión Medioambiental de EOI (Escuela de Organización Industrial).

“Generalmente, los efectos de la polución del suelo no son conocidos y registrados inmediatamente, sino que tienen un largo período de latencia. Por ello, cuando tras décadas se detectan sus consecuencias, puede ser difícil o incluso imposible repararlas”, agrega este experto en contaminación del suelo y aguas subterráneas.

Además, la impunidad se impone en muchos casos. Como apunta Conde,

“Es difícil aplicar el principio de ‘quien contamina paga’ e imputar responsabilidades, sobre todo en los casos de vertidos incontrolados. Incluso si se conoce la empresa responsable, esta es insolvente o no tiene sucesor legal”.

Por todo esto, Gabriel Conde destaca cuatro razones principales por las que urge la acción contra la contaminación de los suelos:

  1. Sus efectos tóxicos para seres humanos, animales y plantas.
  2. La corrosión o ataque de cimentaciones o infraestructuras.
  3. La aparición de fuegos o explosiones.
  4. La contaminación que produce en otros medios: aguas superficiales y subterráneas, atmósfera y sedimentos.

Fuente: www.eoi.es