El 19 de noviembre se celebra el  Día Mundial del Retrete, este año se centra en el saneamiento de las aguas fecales.

El agua y el saneamiento están íntimamente ligados entre si, como se cita en el sexto objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU, garantizando la disponibilidad de agua y el saneamiento para todos.

¡Los retretes salvan vidas!

  • Los retretes salvan vidas porque evitan que a través de las heces humanas se propaguen enfermedades.
  • 4500 millones de personas no cuentan en sus viviendas con sistemas que eliminen los excrementos de forma segura.

Celebramos el Día Mundial del Retrete para concienciar acerca de la crisis mundial de saneamiento y fomentar medidas que la resuelvan.

Para 2030, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en concreto el ODS 6, tiene por fin hacer llegar el saneamiento a todos los habitantes del planeta, reducir a la mitad las aguas no tratadas y aumentar su reutilización.

Para alcanzar estas metas, es necesario que los excrementos humanos sean depositados, transportados, tratados y eliminados de una manera segura y sostenible.

Miles de millones de personas en todo el mundo carecen de sistemas de saneamiento o no son efectivos. Como consecuencia, los avances en el ámbito de la salud y la disminución de la mortalidad infantil se ven gravemente perjudicados.

Asimismo, agua y saneamientos deficientes le cuestan a los países en desarrollo unos 260 000 millones de dólares al año, es decir, el 1,5 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB).

¿Dónde van las heces?

 

Este año, la celebración del Día Mundial de Retrete se centra en el tratamiento de las aguas residuales, al igual que el pasado Día Mundial del Agua. En este contexto, nos hacemos la pregunta: ¿Dónde van las heces?.

Si hay algo que compartimos todos los habitantes del planeta es la necesidad de defecar. Sin embargo, dependiendo de dónde vivamos, las heces se gestionan de manera diferente.

Debido a la falta de sistemas de saneamiento, o su mal funcionamiento, los excrementos humanos de miles de millones de personas vuelven al medio ambiente sin haber sido tratados y propagan enfermedades mortales. Las aguas residuales no depuradas acaban contaminando los ríos y los mares, hasta el punto que dejan de ser lugares salubres para la pesca o las actividades recreativas.

Objetivos

Para alcanzar el ODS 6, es necesario que las heces pasen por un proceso compuesto por cuatro fases:

  1. Depósito: Las heces deben depositadas retretes higiénicos y almacenadas en fosas o contenedores herméticos, de manera que los excrementos no entren en contacto con las personas.
  2. Transporte: Tuberías o servicios de vaciado de letrinas para llevar las heces a la fase de tratamiento.
  3. Tratamiento: Las heces deben ser tratadas y convertidas en aguas residuales y deshechos depurados para que se puedan volver al medio ambiente sin que supongan un riesgo para la salud pública.
  4. Eliminación y reutilización: Las heces, una vez tratadas correctamente, se pueden reutilizar como combustible o fertilizante.

Infografía