Las casas bioclimáticas se han venido construyendo desde hace cientos de años, pero en la era contemporánea con el nacimiento de los nuevos materiales artificiales y con la llegada de miles de personas a las grandes urbes, dejó de tener sentido; entonces se necesitaba levantar edificaciones más rápidas y más baratas para albergar a esa población.

Con el paso de los tiempos hemos vuelto a nuestros orígenes, y hemos retomado las antiguas técnicas de construcción que aún latían dentro de nosotros, esas en las que impera el sentido común y los elementos naturales por encima de todo lo demás.

casa bioclimática en islas canarias-20170227

Casas bioclimáticas en las Islas Canarias

En concreto, las casas bioclimáticas para climas secos y ventosos han sido uno de los grandes aciertos que los arquitectos han tardado en empezar a realizar. Basadas precisamente en esas primeras construcciones que existían por ejemplo en las Islas Canarias, en donde la fuerza del viento y el calor del sol constituían los ejes principales sobre los que giraban todos los materiales.

Los vientos alisios que imperan en esas latitudes no han constituido un obstáculo precisamente, sino todo lo contrario: una manera muy eficaz de procurar frescor de manera rápida a los espacios cerrados, por medio de conductos de ventilación o galerías que disimuladamente cumplen una función, aunque estéticamente otra.

El hecho de tener espacios abiertos por los que circula el aire es la premisa de la mayoría de las casas bioclimáticas que se han levantado por allí, además de la orientación al sur para procurar iluminación natural que se agradezca en invierno, y que pueda controlarse en verano mediante porches o pérgolas que paran ese calor.

muro casa bioclimática

También ese aire ayuda a enfriar la tierra (que a su vez transmite humedad) sobre la que se suelen levantar los muros de piedra que normalmente se colocan como parapetos, es decir, una ayuda inestimable para contribuir a mantener una temperatura óptima y un confort inigualable.

Construcciones a base de elementos locales: piedra, sol y viento

Los materiales utilizados son de origen local y reutilizables, piedra natural o madera procedente de bosques sostenibles, evitando maderas exóticas procedentes de árboles en peligro de extinción. La incorporación de energías renovables no podría dejarse a un lado. La energía solar y la energía eólica son las fieles compañeras de la arquitectura bioclimática en las Islas Canarias.

Procuran energía para poder tener electricidad o agua caliente, pero con un consumo energético cero. Y si a esto se le suma la incorporación de un jardín con plantas autóctonas, que además de agradecer la vista y el resto de fauna local, proporciona un plus de frescura y humedad, tenemos la casa perfecta.

Podéis visitar una de esas preciosas casas bioclimáticas en las Islas Canarias en el siguiente vídeo, la casa Duna: