Mañana, 21 de marzo, es el Día Internacional de los Bosques 2016, una jornada que centra la atención en que cada gota es importante. Se quiere dar a conocer la trascendencia de los árboles como protectores del agua, la lavan y la filtran para que podamos usarla y beberla. Un trabajo que pocos conocen, pero sumamente significativo y eficaz para los diferentes ecosistemas que coexisten en el planeta. Las cuencas hidrográficas y los humedales forestales generan el 75% del agua dulce accesible del mundo.

Los bosques protegen nuestro planeta
El agua es el recurso más importante que tenemos. Un agua limpia significa salud para todos los seres vivos, y los bosques son responsables de buena parte de ello, pero nuestros bosques necesitan que les echemos una mano. La deforestación es el más grave peligro al que se enfrentan. Sin árboles, no hay vida. La desaparición de extensas selvas o bosques maduros por todos los rincones del mundo, está haciendo que las condiciones climáticas vayan extremándose, y nuestra atmósfera vaya ensuciándose de manera alarmante por una contaminación que, sin árboles, promete ser nuestro peor enemigo. La planificación forestal es una asignatura pendiente en la mayor parte de los estados, los incendios naturales y los provocados por la mano del hombre suelen estar detrás de la extensa deforestación. ¡Reivindica que tu gobierno se ocupe de los bosques que existen en tu país! La participación local es imprescindible. Es necesario que exista un “sentimiento de apropiación y de formar parte de algo”, pero eso no significa que los poderes reglados no se impliquen en la acción.

Deforestación en Brasil
Si piensas que tu ayuda no es importante, estás muy confundido. Cada vez que plantas una semilla haces germinar una vida, que puede salvar a su vez otras. Algo maravilloso en sí mismo. Intenta salvaguardar nuestra mejor defensa, procura no talar árboles; siempre se podrá plantar en otro lugar para que siga dando provecho. No solamente debes quedarte en lo obvio, otros gestos que parecen inocuos, están haciendo perecer a muchos de ellos. Vivir de manera sostenible con tu entorno es una responsabilidad que debes asumir.
La Humanidad necesita los árboles, pero no tanto como los árboles nos necesitan a nosotros, aunque a llegado un punto en que nuestra tarea protectora ha pasado a ser primordial. No está demás dar algunos consejos para ayudar a que las selvas y los bosques sigan estando donde están.
Consejos para proteger los bosques
- Adquiere papel reciclado para todo. En el mercado hay papel higiénico, rollo de cocina o pañuelos desechables, además de cuadernos, bolígrafos o folios realizados con papel reciclado.
- No malgastes el papel. Úsalo o imprímelo por las dos caras, sino es demasiado costoso para el planeta.
- No utilices la impresora más de lo necesario. Lo que significa, no sacar por papel todo lo que te envían por correo electrónico.
- Intercambia tus libros, lee mediante libros de segunda mano o prestados de la biblioteca. No es una buena noticia para las editoriales, pero sí para nuestro medio ambiente.
- Recicla o reutiliza tus muebles, y si tienes que comprar alguno que su madera proceda de bosques certificados. También está la alternativa del cartón reciclado.
- Opta por la publicidad virtual. Tu buzón lo agradecerá.
- Ve al supermercado con bolsas perdurables. Niégate a llevar las compras en bolsas de papel o plástico de usar y tirar.
- Consume productos que no dañen las selvas, como las plantaciones de café de sombra, y nada que contenga aceite de palma.
Vulcano furioso está en su elemento,
la flora, la fauna, sufren cruel tormento,
de amarillo al rojo, naranja, el paisaje,
fuegos encendidos son un nuevo traje.
Las llamas, sus lenguas, llegan hasta el cielo,
el viento propaga así el desconsuelo,
conjunto de troncos se pierde en la pira
verdoso follaje calcinado expira.
El arder del campo invade el momento
qué horrible concierto de “achicharramiento”,
la tierra se queja su ser se estremece
padece dolores, lo fértil fenece.
Tóxica humareda, fétida, se esparce,
tizne, hollín, los gases, son de preocuparse,
ya que se extermina un pulmón del mundo
quedando a la suerte de muerte al segundo.
Las especies pasan al infierno en vida
bramando de espanto emprenden la huida
buscando refugio, infructuoso anhelo,
los cuerpos regados se ven por el suelo.
Colinas y cerros todos desolados,
el bosque panteón de árboles quemados
que acaban en perchas de pie, fantasmales,
pavesas, cenizas, fueron pastizales.
El fúnebre monte se vuelve maqueta
de varas, tizones, la senda repleta
de palos, carbones, zombis inquietantes
sobre las laderas, hoy, posan flamantes.
Tal trance perturba la naturaleza,
ecocidio enmarca la pena, tristeza,
muy tétrico, inerte, luce el escenario,
el drama es presagio de nuestro calvario.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 10 de agosto del 2021
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
Semilla sembrada, . . . planta,
brote de un bosque que encanta,
en la tierra tú te fundas,
con raíces muy profundas.
Creces adherido al suelo,
del planeta eres consuelo,
ecológicos anhelos
de llegar hasta los cielos.
Tallo de nudos, de yemas,
sabia corre por tus venas,
corteza de gran linaje,
si te dañan, ¡grave ultraje!
Árbol bonito, frondoso,
follaje que admiro, gozo
tus ramas entrelazadas,
por el tiempo, eras pasadas.
En vida serás bendito,
tu oxígeno necesito,
flores, frutos, medio ambiente,
copa de cima ascendente.
Has disfrutado la lluvia,
contaminación te agobia,
solo el aire a ti te mueve,
tu entereza hasta conmueve.
De tronco fuerte, muy grueso,
sombra brindas, más que eso,
fraternas, verdes tus hojas,
te lo juro, . . . te me antojas.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., a 19 de julio del 2013.
Dedicado al Sr. Marcelo Moscoso Pantoja, por su gran labor a favor de la naturaleza y el medio ambiente.
Reg. SEP Indautor No. 03-2013-111212464200-14
“Grave ecocidio forestal, la vida en peligro mortal.”
Los árboles sufren de pie,
por sus raíces, asidas a la fe,
enferman, lloran, fenecen,
tan cruel suerte no merecen.
El más humilde follaje
es víctima del ultraje,
¿quién resarcirá su orgullo,
quién les dará tierno arrullo?
Soy el alma de los bosques
que, por culpa de unos torpes,
“vegetan” con flora inerte
o han encontrado la muerte.
Soy la entraña de los montes,
de colinas, horizontes,
que han quedado desolados,
por algunos desalmados.
Soy la esencia de natura,
víctima de la incultura,
de intereses de unos cuantos,
por los que padezco espantos.
Florestas de oyamel y pino,
¿porqué tan brutal destino?,
son taladas, son quemadas,
en lugar de ser amadas.
Robles, caobas maderas,
tropicales arboledas,
de la vida son las vetas,
hay que imponer serias vedas.
Contingencias ambientales,
algunas monumentales,
destruyen su ecosistema,
por imperio, por sistema.
¡A impedir que eso suceda,
que su grandeza no muera!,
son los pulmones del orbe,
oxígeno que se absorbe.
Soy la conciencia de todos
los seres humanos probos
que, a toda ciencia y paciencia,
cuidarán de la existencia.
De las frondas, de su fauna,
dejando atrás todo trauma,
remediando el ecocidio,
la sociedad en concilio.
Soy principio de justicia
que, a los pueblos, acaricia,
soy la condena del mundo
que clama, en lo más profundo:
“Talamontes infelices,
que no siguen directrices,
incendiarios despiadados
que, del diablo, son aliados.
Dejen en paz nuestros bosques,
ya somos sus guardabosques,
¡muy pronto tendremos fiesta,
nuestro amor los reforesta!”
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Pátzcuaro, Michoacán, México, a 06 de junio del 2013
Reg. SEP Indautor No. 03-2013-111212464200-14
A la memoria de la Reserva Ecológica “Estribo Grande”, pulmón de la región de Pátzcuaro, devastada en un 90% (noventa por ciento), debido al incendio ocurrido los días 12 y 13 de abril del 2013.
“Grave ecocidio forestal, la vida en peligro mortal.”
Los árboles sufren de pie,
por sus raíces, asidas a la fe,
enferman, lloran, fenecen,
tan cruel suerte no merecen.
El más humilde follaje
es víctima del ultraje,
¿quién resarcirá su orgullo,
quién les dará tierno arrullo?
Soy el alma de los bosques
que, por culpa de unos torpes,
“vegetan” con flora inerte
o han encontrado la muerte.
Soy la entraña de los montes,
de colinas, horizontes,
que han quedado desolados,
por algunos desalmados.
Soy la esencia de natura,
víctima de la incultura,
de intereses de unos cuantos,
por los que padezco espantos.
Florestas de oyamel y pino,
¿porqué tan brutal destino?,
son taladas, son quemadas,
en lugar de ser amadas.
Robles, caobas maderas,
tropicales arboledas,
de la vida son las vetas,
hay que imponer serias vedas.
Contingencias ambientales,
algunas monumentales,
destruyen su ecosistema,
por imperio, por sistema.
¡A impedir que eso suceda,
que su grandeza no muera!,
son los pulmones del orbe,
oxígeno que se absorbe.
Soy la conciencia de todos
los seres humanos probos
que, a toda ciencia y paciencia,
cuidarán de la existencia.
De las frondas, de su fauna,
dejando atrás todo trauma,
remediando el ecocidio,
la sociedad en concilio.
Soy principio de justicia
que, a los pueblos, acaricia,
soy la condena del mundo
que clama, en lo más profundo:
“Talamontes infelices,
que no siguen directrices,
incendiarios despiadados
que, del diablo, son aliados.
Dejen en paz nuestros bosques,
ya somos sus guardabosques,
¡muy pronto tendremos fiesta,
nuestro amor los reforesta!”
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Pátzcuaro, Michoacán, México, a 06 de junio del 2013
Reg. SEP Indautor No. 03-2013-111212464200-14
A la memoria de la Reserva Ecológica “Estribo Grande”, pulmón de la región de Pátzcuaro, devastada en un 90% (noventa por ciento), debido al incendio ocurrido los días 12 y 13 de abril del 2013.