Seguro que has oído hablar de un montón de peces calificados como pez gato, lo que es normal, ya que hay unas 59 especies dentro del genero Clarias, al que pertenecen. Hoy te hablo de uno de los más dañinos de ellos: el pez gato andador.

De charca en charca hasta apoderarse del mundo

También se le llama, entre otros, clarias y perca trepadora, aunque realmente no tiene nada que ver con las percas. El Clarias batrachus es un pez originario del sureste asiático incluido en la lista de las “100 especies exóticas más dañinas del mundo” por la UICN.

Si te preguntas por qué este animal ha acabado en la «lista negra» de la UICN, es porque algún pescador iluminado decidió que quería pescar pez gato andador en el pantano de a lado de su casa ¿Y que pasó? Pues que se lo llevó a dicho pantano y el maldito se adaptó a las mil maravillas. Pero esta no ha sido la única forma de expandirse por el mundo; muchos son los que deciden tener este pez en sus acuarios, aunque midiendo casi 1 metro mejor estaría en sus bañeras…

Mírale, tan tranquilo paseando fuera del agua. Imagen procedente: fishwallpapers

Mírale, tan tranquilo paseando fuera del agua.
Imagen procedente: fishwallpapers

Como humano curioso que eres seguro que le estás dando vueltas a eso de pez gato andador o perca trepadora, pero la verdad es que estos nombres tienen una explicación muy sencilla: este pez sale a pasear solito. Vive en aguas dulces, prefiriendo zonas fangosas o charcas con cieno y, cuando la charca se seca o no tiene suficiente espacio para estar cómodo, sale en busca de otra charca, pudiendo estar fuera del agua bastante tiempo (mira, un pez que se cree rana).

Un pez gato pacifico pero dañino

A diferencia de otros peces introducidos para la pesca, el pez gato andador es muy pacífico. Eso sí, no te metas en su territorio en época de cría, que las cosas cambian: los protectores papás echarán al invasor amablemente al principio pero si insiste el macho deja de ser amable y pacífico.

El problema de su introducción viene porque come de todo. Y cuando digo de todo es de TODO. Si le entra en la boca es bueno para su estómago; y te puedo asegurar que un pez gato de más de 80 cm tiene una boca bastante grande.

En cuestión de fealdad el pez gato andador podría llevarse un premio. ¡Mira que morros! Imagen: Bruno Rodríguez

En cuestión de fealdad el pez gato andador podría llevarse un premio. ¡Mira qué morros!
Imagen: Bruno Rodríguez

Su voracidad pone en riesgo la biodiversidad de las charcas, pantanos y ríos en los que se le ha introducido. En lugares como en Florida ha puesto en jaque a las granjas de acuicultura, ya que donde aparece no queda ni un pez vivo. Además, los peces gato salvajes son portadores de una bacteria, la Edwadsiella ictaluri, que puede llegar a ser mortal tanto para su especie como para otros peces.

Su control como plaga ha de basarse en la prohibición de su introducción y comercialización. También serían necesarios métodos de erradicación en la zonas en las que se ha vuelto un problema, llegándose a plantear su pesca para comercio como alimento, ya que es un pez bastante consumido en sus países de origen.

Para mí, la solución pasa por deportarlo a su lugar de origen, igual que a Charlie the Crab. Pero hasta que las autoridades se pongan de acuerdo y lleguen a una solución eficaz, me temo que el pez gato andador seguirá dando paseos por el mundo.