El Gran Canal de Nicaragua ha comenzado su construcción con una ceremonia de inicio cargada de protestas. Esta colosal infraestructura comunicará el Océano Pacífico con el Caribe, con un largo previsto de 278 km, tres veces y media más largo que el de Panamá. Campesinos y ecologistas protestan ante el comienzo de las obras, los primeros ante el miedo de perder sus tierras ya que no cuentan con información sobre las expropiaciones y los segundos, porque no se ha seguido la normativa frente a la evaluación de impacto ambiental del proyecto.

Gran Canal de Nicaragua

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, pide calma y recuerda que la construcción del Gran Canal de Nicaragua traerá riquezas al país. Esta gigantesca obra está valorada en 50 mil millones de dólares y ha sido adjudicada por 100 años a la empresa HKND-Group, perteneciente al multimillonario chino Wang Jing, el cual no ha dado datos de los inversionistas del proyecto.

Las protestas en el inicio de las obras del Gran Canal de Nicaragua no solo provienen de la población local. Científicos de varios países han declarado que los encargados de supervisar el proyecto han eludido el proceso de revisión ambiental. Por ello, un grupo de investigadores se ha unido para realizar lo que dicen que el gobierno ha incumplido: una evaluación independiente del impacto social y ambiental potencial.

Gran Canal de Nicaragua

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega y Wang Jing, presidente de HKND Group

 

Normalmente, cuando una infraestructura de dimensiones considerables se inicia en Nicaragua, una comisión independiente realiza un estudio de impacto ambiental y el Ministerio de Medioambiente lo revisa en un periodo de 6 u 8 meses antes de hacer recomendaciones. Pero en este caso no se han cumplido las normas pues una Ley aprobada en 2013 exime a este proyecto de revisión ambiental estándar.

HKND-Group ha encargado su propia evaluación que estará disponible para revisión pública en breve y cuyo informe final será presentado en marzo o abril de 2015. El pasado mes de noviembre, la compañía realizó una presentación de ocho horas en Managua para hablar de los posibles inconvenientes ambientales, a los cuales se les restó importancia según las voces más críticas.

Por su lado, los científicos que se unieron de forma independiente para realizar su propio estudio ya lo han presentado. El informe presentado por el Centro Humboldt llego a la conclusión de que el canal causaría impactos ambientales significativos y probablemente no hubiera sido autorizado por la normativa habitual de Nicaragua.

El fuerte impacto producido en el medio ambiente unido a las expropiaciones que se van a llevar a cabo, y que mantienen en vilo a miles de campesinos que aun no han recibido ninguna información al respecto, ponen en peligro la subsistencia de miles de agricultores de la zona.