Ayer he podido disfrutar de la compañía de Vanesa y de su buen hacer en Organica’s ecopeluquería. Un salón de ecopeluquería único en la capital de España, porque ofrece tratamientos de belleza y cortes para el cabello en clave eco. Es decir, prácticamente todo lo que se utiliza en este espacio de sosiego y reposo, al contrario que en las peluquerías tradicionales, proviene del mundo natural, y la mayoría con certificaciones ecológicas y cosméticas de gran calidad (Logona, Bioflora, Florame, Oshadi, Sante, entre otras).

organicas

 

El negocio de una emprendedora verde que ya andaba por terrenos verdes por convicción particular, aunque como profesional del sector no veía con gusto lo que se hacía a su alrededor; y decidió montárselo por su cuenta frente a viento y marea. Porque trabas, según me explica, tuvo en un principio muchas y de muy diversa índole, que logró superar con éxito; y hoy es muy feliz con su trabajo. “La mejor decisión que he podido tomar”, me aclara.

Y es que en este pequeño rincón de Madrid, hasta las paredes llevan pintura ecológica. Un sitio libre de contaminantes, en el que los productos de tocador o de acabado también son bio. No hay lacas químicas a la antigua usanza, esas que las inhalas y la primera reacción del cuerpo es salir corriendo, debido a su desagradable y persistente olor que no se va hasta pasados varios días. Perfecto para llevar a niños/as, y al sector masculino que tampoco les suele gustar el ambiente muy cargado.

Según entras por la puerta, puedes descubrir que hay otra manera menos lastimosa de conservar la belleza del cabello, y salir teniendo una melena con estilo y de infarto sin castigarte a ti mismo y al planeta. “Una peluquería no es ecológica cuando huele a químico” termina subrayando Vanesa.

Yo salí de allí como renovada, y os aseguro que no es fácil complacerme en el terreno capilar. Todo con unos precios competitivos, en los que va incluido champú, crema, fijador, etc. Vanesa, la directora del salón, afirma: “no quería una peluquería de élite como en las que yo he trabajado, sino algo accesible para todo el público, que cualquiera pudiese tratar y cuidar su cabello naturalmente”. Ella utiliza hennas 100% bio, porque existen algunas en el mercado que son poco recomendables y llevan otros aditivos. “Las toco, veo su textura y su color, además de sus ingredientes” me informa. Siempre inspecciona muy meticulosamente cada nomenclatura de los productos, teniendo muy en cuenta que no estén testados en animales, y según eso, lo acepta o no para introducirlo en su clientela.

Ecopeluquería

Es imprescindible que cada persona que venga con un color realizado por oxidación (tinte químico), se le desintoxique su cabello con rhassoul (arcilla). Se lleva todas las impurezas y suciedad que ha acumulado, y lo embellece. Aplicando según el tipo de cabello, un tipo u otro.

Vanesa actúa como una alquimista y fabrica un color individual para cada melena, delante de nuestros ojos, ¡no hay secretos!, buscando siempre la naturalidad. Y es que hay que ser un maestro en esta ciencia para acertar con la coloración más favorecedora (es mejor no hacer pruebas en casa con cualquier producto. Hoy ya ha venido una persona con un desaguisado en la cabeza). Mezcla la henna con aceite vegetal y aceite esencial. Y no vale cualquier material: un cuenco de madera y una cuchara de madera. Además es imprescindible, agua mineral y que se caliente sin microondas. En cuanto a los aceites, le gustan el de coco y el de onagra. Funcionan potenciando el color y aportando vida. Usa además aceite de mandarina para aportar energía o geranio para los tonos marrones oscuros.

Ecopeluquería

Charlando con Vanesa he llegado a comprender el daño que se le infringe a nuestro pelo cuando le aplicamos los productos químicos que llevan los tintes más comerciales. “¡Muere deskeratinizado!”, me anuncia. Su acción es devastadora penetra en el folículo piloso y termina llegando a todo nuestro organismo, con las graves consecuencias que esto supone: enfermedades graves que en un principio no se achacan al tinte que se utiliza para el cabello, y que terminan arruinando la vida de las personas. Además, teniendo en cuenta que el tinte es un producto que las mujeres solemos usar con mucha frecuencia. La salud siempre tendría que ser lo primero, pero la publicidad engañosa hace que no veamos como veneno esos anuncios tan atractivos de melenas al viento con colores irreales.

En este lugar he podido encontrar lo que en otras peluquerías no se da: un trato personalizado y humano, teniendo en cuenta y respetando los gustos de la persona, y por el momento que atraviesa; ya que esto se ve reflejado en su cabello. Dependiendo del estado de ánimo o de su situación personal se podrán aplicar unos aceites esenciales u otros.

Otra cuestión que me ha llamado la atención es que precisamente se quiere diferenciar del resto de sus compañeros de profesión, según me cuenta Vanesa, en pequeños detalles que para ella son muy importantes y para otras personas, entre las que me incluyo también. Aquí podrás tomarte alguna bebida caliente de manera gratuita, podrás ojear revistas de crecimiento personal (no las típicas de la prensa rosa), podrás escuchar música relajante que combinado con los masajes o tratamientos es posible que te puedan llevar al nirvana, y disfrutar de un momento de relajación único. Un momento irrepetible muy recomendable.