Con motivo de la presentación de la nueva tienda Camper Together en la capital de España ( C/ Preciados, 23), pude entrevistar al diseñador Curro Claret, alma mater del proyecto, aunque como él mismo cuenta en el libro editado por la propia empresa “se trata de una acción conjunta, en la que se ha implicado a un conjunto de personas que en el pasado habían estado en la calle, en el proceso del diseño y construcción de los muebles de la tienda”.

La tienda respira un aire inconfundiblemente Camper, decorada con los clásicos carteles de la marca, pero copiados al óleo por las manos de un genial artista Mihai, al que pude ver con “las manos en la masa”. Soy testigo de su buen hacer. De hecho, a cualquiera le encantaría tener en su casa alguna de estas obras tan relevantes, iconos de la Historia de la zapatería y del diseño en nuestro país.

Lo más significativo es, una pieza diseñada por Claret que actúa como punto de unión, de ensamblaje, y está libre de derechos para que cualquiera pueda utilizarla. Algo que dice mucho sobre su persona. Cada pieza que hay en la tienda tiene una narración detrás: los bancos o taburetes con las bolas de fieltro (sin tintes, excepto el rojo para dar el “look Camper”), las maderas de encofrado que sirven para exponer los zapatos, las cortinas hechas con cordones de zapatos para la zona kids… La persona que ha llevado a cabo su trabajo, es especialista en hacer lo que mejor se le da. Fundamentalmente, se ha valorado la ocupación particular, se han potenciado habilidades intrínsecas de cada uno, que puestas en común han dado lugar a una solución muy peculiar, original y digna de repetir, ¿y por qué no?, de copiar. Un ejemplo de que uniendo fuerzas, pueden salir verdaderas creaciones dignas de admirar.

 

ENTREVISTA A CURRO CLARET

 

C.E. ¿Qué es lo más atractivo de este proyecto y la razón por la que quisiste comprometerte?

C.C. Al trabajar en este ámbito, Ramón Úbeda, Director Creativo de Camper Together, me planteó trabajar con una organización, la Fundación san Martín de Porres. Había dificultad de conexión, muchos argumentos, había que buscar conexiones y experimentar. Había muchas razones para probar, asumir un proyecto de este tipo. Sobre todo, lo que me dio es libertad de trabajo.

C.E. ¿Cómo se ha llevado a cabo?

C.C. Lleva un tiempo implicar en todo el proceso el diseño y el trabajo de la organización. Recursos, habilidades, técnicas, y según transcurre vamos definiendo el proceso.

Mihai por ejemplo pintaba sobre puertas reutilizadas, y esto nos sirvió de referencia para la colección de historia de los posters. Se hizo una selección, un recorrido por las distintas épocas. se utilizan técnicas variadas en la misma, imágenes surrealistas, fotografías, ilustraciones… los soportes los hace el propio Mihai.

Se utilizó la restauración de papel, se fueron probando letras con el tiempo, para crear las que están detrás del mostrador dónde se encuentra la caja registradora.

C.E. Hay otra tienda en Barcelona, qué también diseñaste y decoraste  ¿tienen similares características?

C.C. El uso de la pieza, es el punto de unión (una pieza diseñada por él, libre de derechos de autor). También se reutilizan los posters antiguos, aunque no aparece forrado con bolas de fieltro el mobiliario de la tienda, como aquí en Madrid. En Barcelona, usamos la piel proveniente de fuera de stocks. En Madrid, se ha decorado la pared según se entra a mano derecha con las máscaras personales de todo el equipo que trabajó en el proyecto.

C.E. Es algo impactante, y no demasiado frecuente encontrarte en una tienda objetos reutilizados, donde venden artículos nuevos. El reciclaje qué representa para ti, como artista o diseñador.

C.C. Es una actitud, una reflexión sobre los recursos para utilizar algo. Son de muchas naturalezas. No es tanto una respuesta. Hay un gran volumen de cosas desaprovechadas en el mundo que vivimos. El reciclaje es un problema de sistema. Es un punto de medio denuncia, porque se contraponen sensaciones, se hacen cosas  bonitas con ello. Es un recurso que tenemos, y hay que reconocer su valor.

En la tienda se han utilizado maderas de encofrado, ahora se lleva usar maderas de pino de crecimiento rápido. El peligro es que estas cosas se olviden o se pierdan.

Los espejos utilizados provienen de puertas a las que se les ha dejado las propias bisagras que tenían en ese momento, no se ha querido tocar nada. Esta tienda no pretende ser una bandera de reciclaje, no hay exhibicionismo como tal.

C.E. ¿Crees que la sociedad actual tiene en cuenta valores medioambientales o sociales a la hora de consumir?

C.C.  5 años atrás las cosas eran distintas, algo entonces estamos ganando. Estamos muy lejos, si queremos ser rigurosos, de otro modelo de vida, sería repensarlo. Existe un mecanismo de excesos. Se toman las decisiones porque te gusta, por el precio, o por la responsabilidad como ciudadano del mundo.

No somos conscientes del peso que tiene.

C.E. ¿Te sientes un “bicho raro” en el panorama del diseño por usar este tipo de objetos reutilizados?

C.C. El reciclaje dentro del diseño se había asociado al “hippismo”, estaba como alejado de esas corrientes; pero no tiene porqué ser así, puede ser un diseño riguroso, exigente, sin otras connotaciones asociadas a unos grupos determinados.

El reciclado en el pasado tenía unas exigencias diferentes. También, ahora,  se acoge con otras actitudes o rigores. El grado con el que se percibe el reciclaje, no es tanto exhibicionismo, una manera menos llamativa.

C.E. ¿Crees que las grandes marcas apuestan por un diseño y una producción más sostenibles?

C.C.  Las empresas se están dando cuenta de una mayor percepción, de una valorización, entienden que han de participar también en eso. Si miran por sus intereses, más allá de una moda o imagen. Se debe valorar que algo reciclado, puede tener un valor extra.