La ISO 14046 es la primera norma internacional sobre la Huella de Agua y establece los principios, requisitos y directrices para una correcta evaluación de los impactos relacionados con el agua de productos, procesos y organizaciones, a partir del análisis de ciclo de vida (ACV).

La nueva norma ha sido aprobada por la Organización Internacional de Normalización (ISO) y se espera que sea publicada en los meses de julio o agosto. A partir de entonces, las empresas podrán certificar sus productos o procesos con la ISO 14046, siempre que esta certificación la lleve a cabo una tercera parte independiente.

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En España, la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) participará en su traducción oficial, con el objetivo de que el catálogo español de normas técnicas la adopte como propia lo antes posible. A través de esta entidad, legalmente responsable del desarrollo de normas técnicas en España, han participado expertos españoles junto a profesionales de una veintena de países para la elaboración de la norma, que ha llevado 4 años de trabajo.

La ISO 14046 tiene como objetivo evaluar los impactos ambientales de las actividades sobre el agua, ya sean las relacionadas con la fabricación de un producto, las que intervienen a lo largo de un proceso industrial o las que lleva a cabo una organización en concreto. De esta forma, se pretende mejorar la gestión de los recursos hídricos, escasos en algunos lugares y que siempre hay que utilizar de forma sostenible.

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Esta norma surge del consenso del mercado acerca de la mejor forma de abordar los procesos que tienen influencia sobre el agua y contiene una serie de buenas prácticas que deben cumplirse. Desde el primer momento ha despertado interés en todo el mundo, debido a los problemas de abastecimiento de agua en muchas zonas del planeta.

Por ello, organizaciones, gobiernos y otras partes implicadas han seguido de cerca el proceso, que ha buscado la mejor forma de combatir la escasez de este recurso, así como la pérdida de calidad. La incorrecta gestión del agua afecta a la sociedad a muchos niveles, desde la transmisión de enfermedades hasta conflictos territoriales por su control.

La Huella Hídrica ayudará a evaluar la magnitud de posibles impactos en este medio a través de distintos indicadores y permitirá encontrar mejoras en su uso para evitar que se vea afectada como consecuencia de su empleo en procesos industriales y en la fabricación de productos. Finalmente, se espera mejorar el acceso universal a un agua de calidad.