Se trata del proyecto STREAM destinado a revitalizar el turismo en Pangandarán (Indonesia) después de la devastación causada por el tsunami de 2006. Una solución local para luchar contra el cambio climático de una manera global, un modelo de cómo el sector turístico puede batallar sin perder un ápice de atractivo. Todo ello es fruto de la colaboración entre la OMT y el Ministerio de Turismo e Industrias Creativas de Indonesia.
Las medidas que se están implantando ya son: el uso de energías renovables en varios hoteles y restaurantes, medidas de eficiencia energética, y el desarrollo y el empleo de una herramienta informática de planificación para reducir las emisiones de carbono, que ayuda a visualizar y desarrollar un turismo sostenible de bajas emisiones en la zona. Junto a estos compromisos con el medio ambiente, también se está contribuyendo a la restauración y protección de los manglares de Pangandarán y los arrecifes de coral (se plantaron más de 1.400 segmentos de coral y 38.000 mangles con elevadas tasas de éxito) con un programa íntegro para por lo menos conservar la zona, y a largo plazo mejorar la biodiversidad del ecosistema.
Lo mejor de esta iniciativa es la participación de las comunidades locales. La población y las diversas organizaciones se han volcado en el proyecto, porque constituye una manera de salvaguardar su tesoro más preciado su tierra y una de sus fuentes de ingresos más importante, y lo más importante es que ellos mismos lo dirigen y supervisan. Se sabe que más de 2.000 personas en la actualidad se dedican a cooperar para la conservación de los manglares, y 450 escolares ya forman parte del Programa de Embajadores de los Manglares.
«Para el turismo, el cambio climático no es un evento remoto, sino un fenómeno que afecta ya al sector. Viendo los resultados alcanzados por STREAM, queda claro que este proyecto es un ejemplo excepcional de cómo el turismo puede convertirse en una herramienta eficaz para luchar contra el cambio climático, al proteger los recursos naturales y a la vez conducir a un desarrollo inclusivo de las comunidades locales y a una fructífera cooperación intersectorial» aclaró Márcio Favilla, Director Ejecutivo de Programas Operativos y Relaciones Institucionales de la OMT, que en la inauguración de la conferencia celebrada para traspasar el proyecto STREAM trato muy profundamente esta temática.
Quizás lo que más llama la atención, es cómo se ha querido involucrar a los turistas que visitan Pangandarán en la lucha contra el cambio climático. De esta manera, es posible disfrutar en Pangandarán de un barco impulsado por energía solar o con una bicicleta de bambú de fabricación local o participando activamente en la plantación de mangles. Una forma de introducir a los visitantes en el país, y en hacerles entender que ellos forman parte activa de la solución en el entorno.
El turismo verde se ha puesto en marcha en la región con la «Estimulación de cambios de comportamiento mediante un programa de premios». Una genial idea que recompensa su esfuerzo. “Si ayudas con tus prácticas a frenar el cambio climático durante tu estancia, se te recompensará con premios sostenibles, como un vale gratuito para plantar mangles”.
Un ejemplo a seguir que posiblemente será el espejo en el cual poder mirar a la hora de reproducir en otros destinos las acciones llevadas a cabo.
1 Comentario