El modelo G128-4,5 MW de Gamesa, el primer aerogenerador en conseguir la certificación en ecodiseño de TÜV conforme a la norma ISO 14006/2011, garantiza el mínimo impacto ambiental de la turbina a lo largo de su ciclo de vida.

La G128-4,5 MW tiene un tamaño de la nacelle (el elemento sobre el que giran las palas) similar al que tendría un aerogenerador de 2 MW. Además, permite reducir el impacto visual al producir la misma energía que 9 turbinas de 2 MW o que 21 de menos de 1 MW de potencia unitaria. Asimismo, es posible reducir los trabajos de obra civil y ocupar una menor superficie de terreno.

Los materiales en que ha sido fabricado este modelo son reciclables, con un bajo contenido energético y posibilitan un volumen de transporte menor, lo que reduce las emisiones asociadas. Además, los proveedores han sido seleccionados en base a su respeto medioambiental.

Los trabajos de instalación se realizan con un bajo nivel de ruido, una menor generación de polvo, un reducido consumo de recursos y menos iluminación en los generadores. Estos beneficios se extienden a las etapas operativas, junto a otros como el ahorro de entre 30.000 y 50.000 litros de aceite lubricante y la necesidad de solo un 43,2% de los filtros de aceite que requiere una turbina media de menos de 1 MW.

El aerogenerador de Gamesa es el más potente del mundo en tierra firme, con una potencia unitaria de 4,5 MW, capaz de suministrar electricidad a más de 4.700 hogares al año. Su producción anual sustituye a 1.400 toneladas equivalentes de petróleo y evita la emisión de 9.900 toneladas de CO2 (se necesitarían 1.650 hectáreas de bosque para absorber esa cantidad de dióxido de carbono).

Además de minimizar los impactos generados, tanto en el proceso de fabricación como en la instalación y puesta en marcha, el ecodiseño permite aumentar la vida útil del aerogenerador. Su diseño modular facilita el desmantelamiento y permite la reutilización del producto. Una cualidad realmente importante para enfrentar el problema que suponen las palas deterioradas u obsoletas, algunas de las cuales están siendo simplemente acumuladas de forma indefinida.

El ecodiseño de los aerogeneradores es fundamental para contribuir a que la energía eólica sea aún más limpia. Si bien es una energía renovable, que permite obtener electricidad a partir de la inagotable fuerza del viento, la eólica lleva asociados una serie de impactos negativos, relacionados con la ocupación del terreno, la construcción de las infraestructuras y la gestión de los residuos.

La reducción de las emisiones asociadas (construcción, transporte, mantenimiento) y el empleo de materiales ligeros, sostenibles y reciclables, convierte a la eólica en una forma más verde de obtener energía. Sin embargo, siguen existiendo otros problemas como las colisiones de aves o el impacto visual, que el ecodiseño de momento solo logra mitigar.