El mundo es uno solo para todos los seres humanos pero, en general, la vida de las mujeres es muy diferente a la de los hombres debido a pautas de socialización relacionadas con el género. En el Día Internacional de la Mujer, que se celebra cada año el 8 de marzo, nos brinda la oportunidad de revisar los retos pendientes y los logros alcanzados en cuanto la ejecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) relativos a las mujeres y las niñas.

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En lo que respecta al medio ambiente y al desarrollo sostenible, las mujeres de todo el mundo cumplen funciones claramente diferenciadas del hombre: En la mayoría de los casos, la mujer cocina, pone la comida en la mesa, comercializa los productos de la granja, se ocupa de la salud de la familia y ayuda en la educación de sus hijos… Las mujeres representan un 48,9% de la población de las zonas rurales y ejercen funciones de vital importancia para el mantenimiento de la sociedad rural en el territorio. La equidad de género no son únicamente un aspecto de los derechos humanos fundamentales y la justicia social, sino también
elementos esenciales y condiciones indispensables de la conservación del medio ambiente, el desarrollo sostenible y la seguridad humana.

Promover el trabajo de las mujeres del mundo rural debería ser una prioridad desde las instituciones, y ofrecer ayudas para ello desde el ámbito público o privado indistintamente, tendría que ser un imperativo. Nuestra tierra, es el mejor futuro para todos, fomentando el empleo en estos lugares ayudamos a evitar la despoblación, haciendo florecer una economía que activaría nuestros pueblos y aldeas para que no cayesen en el olvido.

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El desarrollo en igualdad de la mujer es una apuesta segura para un futuro incierto, en el que debe prevalecer la conciliación familiar y laboral con la visibilidad de el sexo femenino en una sociedad que sigue teniendo tintes machistas en muchos casos, y más con la crisis, que ha servido para abrir más la brecha existente en el mundo laboral. Como dice el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon en su mensaje con motivo de esta celebración, “Las pruebas no dejan lugar a dudas: la igualdad de la mujer supone progresos para todos”.

En los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) Empleo-Hombre-Mujerse ha alcanzado progresos significativos en el cumplimiento de muchos de los ocho objetivos, incluyendo mejoras visibles la salud así como en la enseñanza primaria, y se ha reducido a la mitad el número de personas que viven en la pobreza extrema. Sin embargo, el progreso es desigual, particularmente para las mujeres y las niñas, y en muchas áreas es lejos de ser suficiente:

  • Igualdad de género: Solamente siete países desarrollados han alcanzado altos niveles de igualdad de género y potenciación del papel de la mujer en todos los indicadores seleccionados del tercer Objetivo de Desarrollo del Milenio entre los países en desarrollo.
  • Pobreza: La mayoría de los pobres del mundo son mujeres y niños. Si bien comúnmente se cree que más del 60% de las personas que viven en la pobreza son mujeres.
  • Educación: La paridad entre los géneros está a punto de alcanzarse en la enseñanza primaria, aunque solo 2 de 130 países han logrado esa meta en todos los niveles educativos.
  • Tasas de mortalidad y natalidad: Fisiológicamente, los niños tienen menos probabilidades de sobrevivir que las niñas. Aún así, el sur de Asia ofrece excepciones a esta tendencia ya que las tasas de mortalidad siguen reflejando las prácticas relacionadas con la preferencia por hijos varones en algunos países.
  • Trabajo y empleo: Las mujeres representan un 48,9% de la población de las zonas rurales, y producen la mayor parte de los alimentos que se consumen en el África subsahariana y Asia. Sin embargo, las mujeres más pobres del mundo trabajan en la agricultura o en actividades «informales» de fabricación y servicios; las estadísticas de empleo registran de manera muy insuficiente el trabajo de las mujeres, a quienes se les paga poco y en forma irregular. Si bien la participación de la mujer en el sector estructurado de la economía continúa creciendo, su proporción sigue siendo muy inferior a la del hombre y gana menos.
  • Acceso a los servicios: En docenas de países en desarrollo, las personas pobres, las minorías étnicas y las mujeres continúan sin poder acceder a los servicios públicos y las oportunidades que ofrece el sector privado.

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