La ampliación de la obra de extracción de gas de Camisea, en la Amazonia peruana, podría provocar la muerte masiva de los indígenas de la zona. Así viene recogido entre las posibles afecciones en el estudio de impacto ambiental (EIA) que la empresa que lidera el proyecto, Pluspetrol, ha presentado al gobierno peruano y que aún está pendiente de aprobación.

El motivo de esta posible masacre, según el EIA del proyecto, sería la proliferación de enfermedades entre los pobladores de esta región para las que su sistema inmunológico no estaría preparado. Se trata de varias tribus indígenas completamente aisladas del mundo exterior o en contacto inicial, que viven en la Reserva Territorial Kugapakori, Nahua, Nanti y otros (RTKNN), creada en 1990 en la selva peruana.

El estudio contempla la posibilidad de contactos entre los trabajadores y los pobladores locales, que podría provocar el contagio de enfermedades tales como diarreas o infecciones respiratorias de carácter agudo que, en el caso de estos indígenas altamente vulnerables, podrían resultar letales. Así, el 40% de la tribu Nahua y entre el 30 y el 50 por ciento de los Nanti podrían fallecer como consecuencia de estas nuevas patologías.

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Ante este hecho, la multinacional define en el EIA el Plan de Contingencia Antropológico (PCA), en el que recopila una serie de instrucciones para sus empleados si se produce el contacto con los habitantes locales. Entre las recomendaciones, tener una actitud amistosa, sonreír, entablar conversación, ofrecerles regalos y hacer fotos, eso sí, sin utilizar flash.

Dentro del EIA también se hace referencia a que los indígenas pueden verse afectados por los trabajos, incluidas las pruebas sísmicas para detectar gas, perforaciones, detonaciones, el uso de maquinaria pesada o la construcción de más de diez kilómetros de gasoductos, actividades que tendrían lugar dentro de la Reserva. Cualquier suceso distinto de su rutina afectaría a los habitantes de la zona, infundiéndoles distintos sentimientos como el miedo o la desconfianza, que podrían generar una actitud hostil hacia los operarios, según el informe.

Otras afectaciones que provocaría la ampliación del proyecto sería que las poblaciones no pudieran acceder a sus recursos básicos, que tuvieran dificultades a la hora de cazar y que vieran mermada su reserva alimenticia.

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Aun así, es de agradecer que el EIA tenga en cuenta la vulnerabilidad de los indígenas, así como que califique de probable el contacto con los trabajadores. En los últimos años, las estrategias corporativas de otras grandes empresas en casos similares han sido radicalmente opuestas, hasta el punto de negar la existencia de las tribus.

Camisea es la reserva de gas natural más importante de Perú y una de las mayores de Latinoamérica. Se ubica en la selva de Cusco, donde se encuentran los yacimientos de San Martín y Cashiriari, en el Lote 88. Su explotación la realiza un consorcio de empresas internacionales, lideradas por Pluspetrol y entre las que se encuentra la española Repsol.