
«6-99 Cent II, Diptychon» – Andreas Gursky
Hace 20 años en Canadá se celebró el primer “Día sin compras” (hoy día Internacional contra el Consumismo) coincidiendo con el pistoletazo de la campaña Navideña conocido por los anglosajones como Black Friday, y como contrapunto crítico a este. En EEUU ese día (después de “Acción de gracias”) se ofertan descuentos para fomentar “el espíritu de la Navidad” y tornar las cuentas de los comercios de rojo/negativo a negro/positivo (de ahí su apelativo “viernes negro”) siendo las 24horas de mayor movimiento comercial desde 2005, una tradición capitalista que llega este año a España de la mano de algunas grandes superficies como El Corte Inglés. Pero paralelamente a esta colonización cultural consumista, la jornada de protesta y reflexión “El día sin compras” se ha extendido también por 60 países y, simbólicamente, denuncia cada año desde entonces, el sinsentido consumista al que nos aboca el modelo actual de producción, distribución y consumo, precisamente el día en que se desata, más aún, la fiebre del shopping en el mundo desarrollado y su maquinaria despliega toda su seducción. Por eso, en diversas ciudades españolas como Madrid, Barcelona o Pamplona, Greenpeace, Ecologistas en acción, Amigos de la tierra, Seo/bird Life, WWF España y diversas Ong’s, colectivos sociales y ciudadanos apoyan y/o celebran actividades de concienciación.

«Carrito de la compra» – Sylvie Fleury
¿Y sinsentido por qué? Desde los 70 la demanda de recursos mundial ha sobrepasado la capacidad de renovación de la bioesfera hasta el punto que hoy serían necesario 1’5 tierras para reponer los recursos que utiliza anualmente la humanidad, el 20% de los habitantes del globo malgastamos el 80 % de ellos y el impacto medioambiental de este “estilo de vida” es ya incuestionable: el pasado mayo el CO2 de la atmósfera llegó a su máximo histórico y el 20 de agosto se produjo el día del “Exceso de la tierra” para el 2013 en el que agotamos el presupuesto de la naturaleza para este año, según Global Footprint.
Por eso, os invitamos a no consumir el día 29 de noviembre y, a diario, a reflexionar si el expolio indiscriminado del planeta y su cambio climático merecen la pena. Cada europeo genera de media 1.800 kilos de residuos no minerales (el sector industrial el 26%, los hogares el 23% y el 50% la actividad de la agricultura, la energía y los servicios) según el Eurostat; se despilfarran 1.300 millones de toneladas de alimentos anuales mientras sacrificamos cada año 11,2 millones de hectáreas de bosques vírgenes (datos de la FAO). Solo en España tiramos 300.000 toneladas de ropa anualmente (según el ministerio de Medio ambiente), consumimos anualmente 16.500 millones de bolsas de plástico, sólo reciclamos el 10% y del resto generamos 100.000 toneladas de deshechos, y la lista de cifras podía ser tan espeluznante como infinita… De seguir así, globalmente, las emisiones de CO2 aumentarán 130% hasta el 2050 según la Agencia internacional de Energía, con el consiguiente aumento de pérdida dramática de biodiversidad, efecto invernadero, calentamiento global, desertificación, desastres medioambientales etc…

«I shop therefore I am» – Barbara Kruger
En este siglo, más que nunca, ejercer un consumo crítico, consciente y responsable no es sólo procedente, sino necesario por los beneficios sociales y medioambientales de sus alternativas (comercio local, justo, ético y ecológico) con verdadera capacidad de redistribución de la riqueza y responsabilidad. Si al tocar cualquier producto de consumo pudiéramos ver, como en una película de ciencia-ficción, un flashback de todas las etapas que ha vivido desde su materia prima (lo que llamamos trazabilidad) seguramente se nos quitarían las ganas de adquirirlo por la degradación ambiental, explotación humana, animal, de recursos y social que esconden la gran mayoría de ellos. Ante tu próxima compra imagina lo que hay detrás, y plantéate ¿Realmente lo necesito?
Sobre la autora:
«Brenda Chávez» – Raquel Quintana
Brenda Chávez – @BrendaChavez_
Es periodista de cultura, ha publicado en El País, El Mundo o ABC entre otros, con los años se ha ido especializando también en sostenibilidad. Ha sido redactora jefe de Vogue, y recientemente Subdirectora de Cosmopolitan, por lo que posee una visión privilegiada del consumismo, sus engranajes y nuestra sociedad de consumo. Actualmente prepara un libro de consumo responsable que verá la luz en 2015 en el sello Península (Grupo Planeta) y en 2014 saldrá a la luz la segunda edición (actualizada) de su libro de moda «El libro rojo del Estilo» mr, (Grupo Planeta), ahora agotada en papel y disponible solo en e-book, cuyo capítulo dedicado a la moda sostenible es con el que más disfrutó.
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