El nacimiento de la mismísima Afrodita se cree que ocurrió por estas aguas cristalinas, de la blanca espuma marina de sus olas. Desde luego, parece factible que de paisajes tan impresionantes surgiera la diosa de la belleza, la lujuria y el amor; sus interminables playas podrían haber sido el perfecto escenario para tan espectacular momento.

Grecia es un destino perfecto para amantes del mar, del sol y de la cultura; pero Citera tiene ese algo todavía de tierra poco pisada, una isla  a la que no ha llegado el turismo masivo. El buceo es uno de los principales atractivos de esta ignorada isla. Al oeste nos podemos encontrar profundidades que alcanzan los 3000 y 4000 metros, mientras en el suroeste del se ubica el punto más profundo del mar Mediterráneo que alcanza los 4500 metros. Estas características sumadas a su variedad faunística hace de ella un auténtico reducto de biodiversidad marina.

Estando ya en tierra nos podemos encontrar con un herbolario natural, según andamos algunos metros. Es conocida Citera por ser especialmente rica en plantas medicinales, que a lo largo de los tiempos los lugareños han ido introduciendo en su vida diaria para paliar diferentes dolencias.

Cuevas, ríos, fuentes, cascadas, … en este precioso lugar todo gira en torno al agua. Aunque tampoco deberíamos perdernos sus auténticos pueblos blancos en donde podremos degustar típicos manjares griegos, esa mezcla de Oriente y Occidente es la que tanto atrae y apasiona.