En pleno invierno, con el frío sobre nosotros, no es de extrañar que nos constipemos. ¿No os ha pasado que estando en casa refugiados y calentitos, cuando salís a la calle un gélido viento hace que se os congelen hasta los huesos? Porque a mí sí.

No importa lo mucho que me abrigue. Sólo con el cambio de temperatura entre mi casa y la calle, o la calle y un lugar cubierto (trabajo, centro de ocio, etc.), ya es suficiente para destemplar mi cuerpo y desarmar a mis defensas.

Por ello, para combatir los catarros nasales, las afecciones a la garganta y los resfriados en general, lo más común es utilizar el eucalipto:

–          Para tratar los resfriados, en los que se incluyen la congestión nasal y la garganta irritada, lo mejor es preparar una infusión, de modo que hagamos vahos descongestivos de las vías respiratorias. Lo que tenemos que hacer es coger 10 g de hojas trituradas de eucalipto y mezclarlas con un litro de agua hirviendo. Al retirarlo del fuego, se inhalan los vapores durante 15 segundos. Es conveniente esperar media hora después, por si se produjese alguna reacción alérgica. Si no las hay, seguimos aspirando el vapor hasta que se enfríe la infusión.

–          Y para combatir la tos, lo preparamos en forma de jarabe, ingiriendo tres cucharadas al día. Lo que hacemos es verter medio litro de agua hirviendo sobre 50 g de hojas de eucalipto, y lo dejamos reposar tapado durante dos horas. Después, lo colamos, añadimos 850 g de azúcar y calentamos la mezcla para disolverla. Lo volvemos a colar, y añadimos agua hasta completar el litro.

Otro remedio natural para combatir la bronquitis, aunque también sirve el eucalipto en forma infusión, es preparar anís en forma de infusión. Simplemente, lo que debemos hacer es poner una cucharadita de frutos de anís en una taza de agua hirviendo. Este remedio, además, sirve para el mal aliento, el catarro, la lactancia o para las menstruaciones irregulares.

Así que ya sabéis, no dejéis que el frío os estropee las navidades: ¡Recurrid a la naturaleza!