La cocina es como un centro de culto. Para muchos es el lugar sagrado de la casa. Así que, qué mejor lugar para empezar a tener un espacio más eficiente en energía y residuos, y ahorrar un poco de dinero al mismo tiempo. A continuación, cinco consejos para tener una cocina “verde”:

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  1. Presta atención a sus aparatos: La mayor parte de los electrodomésticos de la casa se encuentran en la cocina. Es necesario conocer cómo sacarles el máximo partido y saber utilizarlos de la manera más eficiente energéticamente. Lavavajillas: Si tienes lavavajillas, utilízalo sólo cuando esté lleno para que sea más eficiente que el lavado a mano y, además, no es necesario enjuagar los cacharros antes, pues los lavavajillas más modernos son más potentes y no dejan restos; Por otro lado, usa el aire seco (a no ser que quiera que los platos salgan muy calientes) en lugar de la configuración de calefacción para reducir la electricidad utilizada en cada serie; Frigorífico: Aunque se haya comprado una nevera de eficiencia energética, es posible que no la esté usando correctamente. La temperatura ideal suele estar entre 4-6ºC. Por debajo de los 6ºC, se consume un 5% más de energía, así que si lo tienes a 4ºC y la nevera desprende mucho frío, considera subirlo un par de grados; Por último, limpia los serpentines del frigorífico al menos una vez al año, desenchufa el aparato y limpia por detrás, pues cuanto más sucias estén las bobinas y el ventilador, menos eficiente será.
  2. Instala grifos de sensores: Si no tienes lavavajillas, lo mejor que puede hacer es instalar un grifo de sensor, de modo que se limitará la cantidad de agua al fregar cuando aparte las manos; Otra forma de ahorrar agua (si no lavas los platos nada más terminar de comer), es enjuagarlos al depositarlos en el fregadero. De ese modo, cuando vayamos a fregarlos luego, no habrá restos de comida pegados a los platos, y será mucho más fácil y rápido lavarlos.
  3. Utensilios de cocina seguros: Hace poco se ha relacionado el teflón con el colesterol alto y el riesgo de cáncer, así que recomendamos mantenerse al margen e ir por opciones más seguras teniendo utensilios de cocina antiadherentes, como los de aluminio.
  4. Utiliza vidrio o envases de aluminio para almacenar alimentos: Las envolturas de plástico y papel de aluminio pueden parecer cómodos, pero en realidad son un desperdicio y no conservan tan bien la comida.
  5. Recicla: Esto es algo que se repite mucho, pero es necesario. Si la cocina no es muy grande para tener un cubo de basura que tenga diferentes habitáculos para separar residuos, no importa. Afortunadamente, los envases de plástico, metal y tipo brick no desprenden un horrible olor cuando están acumulados unos días, así que puede usar una bolsa de basura de tamaño estándar y colgarla en el mango trasero de la puerta; Por otro lado, el aceite usado una vez, puede volver a usarse (no más de tres veces). Cuando consideremos que el aceite está ya sucio, no lo tires por el fregadero, deposítalo en una botella de plástico o vidrio y bájalo al contenedor habilitado para ello. Si no hay en tu zona, dirígete al punto limpio.

Como véis, prestando un poco de atención a lo que tenemos, es fácil tener una cocina “verde”. No es tan difícil ser eficientes y ahorrar energía no sólo en nuestro beneficio, sino también en el del medioambiente.