Un grupo de científicos españoles encabezados por Francisco Pan-Montojo, confirmaron que la exposición crónica a los pesticidas tiene una relación directa con el desarrollo de la enfermedad, según publicó la revista “Scientific Reports”.

En 2010, en un estudio publicado por la revista “Plos One” se demostró que la patología existía, pero no los motivos por los cuáles existía. Ahora, dos años después, se ha confirmado que los pesticidas aumentan la secreción de la alfa-sinucleína, proteína clave que hace que se inicie el Parkinson.

La exposición a los pesticidas actúa directamente sobre el intestino sin necesidad de pasar a la sangre, e inicia la enfermedad transmitiéndose a través de los nervios que conectan el intestino al cerebro, produciendo la destrucción de las neuronas pigmentadas de la sustancia negra.

Este descubrimiento, aún siendo realizado en ratones, supone un avance tanto “para la prevención de la enfermedad” como para “diseñar fármacos que inhiban la malformación de la alfa-sinucleína”, afirma el científico español, ya que al extirpar uno de los nervios vagos, el simpático, se retrasa la aparición del Parkinson.

Datos de la OMS indican que unas 100.000 personas mueren al año por el uso de pesticidas y otras 200.000 quedan intoxicadas de forma aguda por su utilización en la agricultura y la ganadería. Por ello, esta nueva relación descubierta entre el Parkinson y los pesticidas, no hace más que confirmar la necesidad de concienciar a la gente sobre los problemas que el uso de pesticidas causa.