Quién se lo iba a decir a este pequeño insecto, pero uno de los más fuertes del mundo, que su tortuosa vida desértica para sobrevivir llamaría la atención de los científicos y de las grandes multinacionales.
La cuestión es que, en un desierto que alcanza los 60º centígrados y que apenas caen unas gotas de agua a lo largo del año, este bicho se las apaña con unas protuberancias para extraer el agua de la niebla poniéndose encorvado en posición frontal al viento, para que se deslicen a su boca las deseadas gotas.
Andrew Parker, de la universidad de Oxford, estudió a diferentes especies animales desérticas y se encontró con que el dorso del escarabajo de Namib, tenía un aspecto cerúleo y rugoso muy similar a la superficie de la flor de loto, y que gracias a ello se mantiene siempre limpia. La superficie de la flor y del escarabajo repelen al agua, no se mojan, son impermeables, de ahí que se escurra hacia la boca del animal.
En este caso la empresa norteamericana NBDNano, mediante nanotecnología, está haciendo el prototipo y el sistema basados en las argucias de este bicho, para conseguir que se auto- rellenen por condensación unas botellas de agua con materiales hidrofóbicos e hidrofílicos que captan la humedad del aire y lo condensan para generar agua.
Este invento sería imprescindible para las regiones del mundo donde el agua es un bien escaso. Sería una manera de obtener agua limpia y potable, para una población que la mayoría de las veces tiene que recorrer varios kilómetros diariamente para conseguir el preciado bien.
Un saludo
Diana
Un saludo