No nos engañemos, ahora las grandes superficies de alimentación (Entre otras Carrefour) están sustituyendo las antiguas bolsas para la compra de polietileno (plástico) con bolsas hechas con fécula de patata o de caña de azúcar o maíz. Y todo en aras de la ecología. Puro marketing.

Es cierto que son bolsas biodegradables, pero lo que no dicen son los efectos indirectos que producen.

Por ejemplo para producir las de fécula de patata, que siguen conteniendo un importante porcentaje de plástico (30% almidón, 70% de polietileno), se han de sacrificar cosechas enteras de vegetales, algo que en Brasil, con el etanol o biodiesel para automóviles ya se vio que armó una disfunción agrícola y un encarecimiento del aceite de palma o del azúcar o almidón de las cosechas de maíz, remolacha o caña de azúcar, un fenómeno que genera grandes deforestaciones y un aumento del precio de los alimentos.

¿Qué se debería hacer?: Lo mejor para es reutilizar al máximo las bolsas de plástico tradicional y utilizar en su lugar bolsas de tela o de papel. No a las bolsas plásticas realizadas con productos vegetales.

Por cierto la mayor parte de las bolsas de fécula de patata o similares vienen de Asia, continente principalmente castigado por talas de árboles indiscriminadas para realizar cultivos de caña de azúcar o de patata, precisamente para realizar estos productos…

Estos días ha salido una noticia que una empresa va a lanzar una nueva bolsa de plástico realizada de caña de azúcar que evitará la emisión de 78.000 toneladas de CO2… pero lo que no cuentan es la cantidad de hectáreas taladas de bosque en Indonesia o en otros países emergentes que se son necesarios para sacar al mercado todo este nuevo material…

Estás grandes superficies tenían que realizar proyectos similares al Grupo VIPSEsta bolsa tiene tela” favoreciendo la producción tradicional de algodón ecológico para producir bolsas de tela.