El mercado de la cosmética ecológica u orgánica cada vez tiene más adeptos, por eso tampoco dejan de seguir saliendo marcas que cada vez se especializan más o muestran una variedad inusitada de productos. Se nota que algo está cambiando, cuando las grandes firmas convencionales han comenzado a lanzar productos cosméticos 100% naturales o certificados como bio. Ya era hora de que todo el mundo pudiese adquirir artículos conforme a su filosofía de pensamiento, antes más limitados por cuestiones de distribución o precio, que los hacían realmente inaccesibles para muchas personas comprometidas con el medio ambiente.

La cosmética ecológica está en alza, las cifras hablan.
Cosmética ecológica: tienda física «versus» tienda on line
En la actualidad, gracias a Internet podemos disfrutar de un montón de cuidados en nuestro propio hogar con toda la comodidad de poder recibirlos a domicilio. Aunque sigo echando de menos los comercios de toda la vida, esos que te atienden de forma personalizada y puedes probar cada producto en la piel y observar como reacciona, o simplemente gozar de una textura o de un olor. Pero, por desgracia, la cosmética ecológica no ha terminado de calar hondo en nuestra sociedad, y las tiendas físicas no están por la labor de almacenar stock, ni de hacer esfuerzos inútiles para promocionar marcas que a la gente de a pie no le acaban de convencer.
Un éxito sin publicidad
De ahí, que la mayoría de esas nuevas firmas se hayan lanzado a la conquista del espacio digital con más o menos acierto, o como mucho seleccionando aquellos comercios que puedan ofrecerles una garantía de ventas. Apenas sin publicitarse, han ido comiendo el terreno a la cosmética tradicional. Han entrado como de puntillas y las ventas suben como la espuma. Eso solamente se debe a un cambio de paradigma y de mentalidad que no solamente afecta a la belleza y el cuidado corporal, sino a todas las esferas.

Se necesitan más aperturas de centros de belleza especializados en cosmética ecológica.
A la cola los centros de estética
Todavía le queda un largo trayecto por recorrer, como el de los centros de estética, la mayoría apegados a marcas que ofrecen buenos resultados, pero sin tener en cuenta el componente ético, social, medioambiental y de salud que la cosmética ecológica, bio u orgánica transmite y ofrece mediante certificaciones que garantizan y avalan la pureza de los ingredientes obtenidos de la agricultura ecológica. Han tenido que pasar muchos años para que nos diésemos cuenta (me incluyo), que no todo lo que se anuncia en la televisión, radio y otros medios de comunicación escritos, incluidas las revistas de moda y belleza es bueno para el ser humano, y menos para el planeta. ¡Por qué la belleza se ve en el exterior, pero reside en el interior!
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