Dentro de pocas semanas se celebrará el Día Mundial del Medio Ambiente 2018, por ello se ha querido centrar toda la atención en el lema de este año: «Sin contaminación por plástico». Y es que cada año se llegan a verter a los océanos alrededor de 8 millones de toneladas de plástico. La mayoría de la población ya tiene conocimiento de las enormes «islas» de plástico que flotan por muchos mares, la del Océano Pacífico es más grande en extensión que la superficie que ocupan juntas España, Francia  y Alemania.

Rompe con el plástico para salvar el Medio Ambiente.

Iniciativa: «Rompe con el Plástico»

Es fundamental tener conciencia del enorme daño que estamos haciendo a los hábitats marinos, y a nuestros propios recursos pesqueros con nuestras prácticas económicas salvajes, nada sostenibles. El plástico no se degrada y desparece, como sucede con otros materiales, sigue ahí de forma eterna en forma de sopa de microplásticos. Nuestros cuerpos y los del resto de los animales marinos ya tienen una cantidad de plástico para nada irrisoria, especialmente los peces. Las noticias son cada vez más sobrecogedoras sobre la muerte de miles de seres vivos por alimentarse de plásticos, cuya teoría se demuestra haciendo simplemente una autopsia.

Y nuestra retina se va cargando con imágenes escalofriantes de aves marinas «reventadas» literalmente por estar llenas de todo tipo de plásticos. Pero, ¿hacemos algo al respecto? o ¿nos involucramos de alguna manera para parar esta devastación? En general, poco. Campañas como Rompe con el plástico, están dando algo de voz a tan descomunal problema. Aún así las oficinas de las empresas siguen estando llenas de botellas de plástico, que cada día se reponen. Al igual que se siguen vendiendo millones de bolsas de plástico en todo el planeta, y vasos de plástico en fiestas o conciertos, y una larga lista de celebraciones.

Lo fundamental es reconocer el mal uso que damos al plástico, como algo que se pueda usar y tirar sin miramientos. El otro día estuve en una fiesta típica de mi provincia y use el mismo vaso para todo (lo mejor es llevártelo de casa o adquirir uno para toda la jornada realizado con materiales como el bambú). Es posible hacerlo, lo peor es que te siguen mirando como a un «bicho» raro, solamente tienes que pregonar a los cuatro vientos tus razones: más de uno tomará el testigo. Un caso particular, que es posible llevarlo a cabo en diferentes espacios y actuaciones.

Yo cambié hace bastantes años las problemáticas botellas de plástico por el vidrio, más ecológico y con facilidad para reciclar. Se pueden adquirir botellas de vidrio para llevar, las hay de todos los tamaños, y suelen llevar fundas protectoras para que si por error terminan cayendo al suelo, no se rompan. Otra cuestión grave son las bolsas de plástico, sobre todo aquellas que no se usan posteriormente para basura. Lo mejor es negarte a coger las bolsas en los establecimientos: puedes llevar varias de casa y si no te has dado cuenta de recogerlas, elige en la tienda las de papel.

Día Mundial del Medio Ambiente 2018: redes de pesca que se llenan solamente con botellas de plástico encontradas en nuestros mares.

A ello se le puede sumar, el elegir alimentos que no estén sobreenvasados. Como ya habréis comprobado, nuestra basura la conforma prácticamente toda envases de plástico. Por lo tanto, adquiere aquella comida que puedas elegir al peso, en especial en tiendas ecológicas cuya filosofía es «cero envases», sustituyendo la tradicional bolsa de plástico para pesar por las de papel.

India: país anfitrión en el Día Mundial del Medio Ambiente 2018

Este año, India será el país anfitrión del Día Mundial del Medio Ambiente 2018, y Nueva Delhi la capital donde se celebrará oficialmente la jornada. Al parecer, tiene unas de las tasas de reciclaje más altas del mundo. Un gesto que le congratula, siendo un estado que está avanzando a pasos agigantados: es un ejemplo de que se puede conseguir lo que se persigue. Su desarrollo tiene que contar con con las mínimas garantías.

De cara al verano, es urgente que todos tengamos en nuestra cabeza la percepción de que «nuestro planeta merece el esfuerzo», o situándolo en un plano más personal, «nuestra propia vida merece el esfuerzo», como frases esperanzadoras para elevar el ánimo cuando nos encontremos con playas llenas de plástico en las orillas; o ríos en los que en vez de peces, nadan botellas o bolsas. Es posible predicar con el ejemplo, si te decides a empezar con la limpieza, incluso pedir ayuda a todo ese público que no para de observar tu «extraña» tarea. 

Océanos contaminados por plástico cuyos restos aparecen en las orillas.

Como ya he repetido en otras ocasiones, lo que está sucediendo no es fruto de la casualidad, nuestra inopia ya ha dado sus frutos. Ahora nos toca recogerlos. Si esos seres vivos están muriendo por nuestra causa, nosotros seremos los siguientes. La vida y la naturaleza es un ciclo o una cadena que nunca se detiene, por si alguien no se había dado cuenta hasta ahora. Ese deterioro de todos los ecosistemas ya nos está afectando y seguirá su curso, queramos o no.

Aunque ya hay mentes privilegiadas que se han tomado esta cuestión muy en serio...diseñando máquinas devoradoras de plásticos para los mares. ¡Ahora los monstruos los creamos nosotros mismos!