Los jabones de comercio justo son una de las maneras más económicas y cercanas de poder ayudar a comunidades indígenas. Gracias a ellos, muchas pueden mantenerse y ser sostenibles en el tiempo, mientras fabrican productos a partir de materias primas naturales de origen local.

Los jabones de comercio justo garantizan una sostenibilidad en el tiempo
Es una alternativa a los jabones más comerciales, que además de repercutir económica y socialmente en poblaciones humildes, suelen además poseer una clara conciencia ecológica, usando ingredientes naturales, muchos de ellos procedentes de la agricultura ecológica o silvestres.
Uno de los mejores que he probado es el Jabón de Coco Bio de Akamuti. En este caso el jabón está compuesto a base de aceite de coco virgen extra de origen orgánico procedente del comercio justo. Me gusta todo de él: que no lleve colorantes, su espuma suave y, por supuesto, su fragancia exótica.

El jabón de coco proporciona hidratación y nutrición a la piel sensible
El aceite de coco se obtiene de las islas del Pacífico por las comunidades indonesias que allí habitan. La producción de los jabones se realiza a pequeña escala, solo en pequeñas granjas familiares. De esta forma, ellos pueden obtener una fuente de ingresos importantes para poder subsistir, mientras usan unos frutos que de otra forma se malgastarían.
El INCI es claro y básico, con pocos ingredientes se obtiene un fantástico producto para pieles sensibles, nutritivo e hidratante para la epidermis. La suavidad está asegurada, no reseca nada, y no lleva incorporado el aceite de palma, más barato, y cuya obtención deriva en la deforestación del hogar de los increíbles orangutanes.
INCI: Saponified Organic Extra Virgin Fair Trade Coconut Oil (Sodium cocoate), Saponified Virgin Shea Butter (Butyrospermum parkii), Saponified Organic Castor Oil (Ricinis communis).
Un jabón 100% natural, que lo pueden utilizar bebés y niños, sin ningún problema.

Las islas de la Polinesia son el lugar de donde procede el aceite de coco virgen extra orgánico
El envase es igual de sobrio que la escasez de sus componentes (no es necesario más para crear un jabón excepcional), con papel kraft en color azul y la imagen de una mujer tahitiana, un referente que ya te hace sumergirte en las aguas del Pacífico.
Paul Gauguin, el famoso artista postimpresionista que plasmo como nadie esas comunidades polinesias, estaría orgulloso de como han sabido obtener lo mejor que les ha dado la Naturaleza, y evolucionar con los tiempos, sin perder un ápice de su cultura.
Hay que sopesar todo en una balanza, si eso va a repercutir de forma positiva en una comunidad para poder sobrevivir. De la misma forma, que la mayoría de las personas de todo el planeta consumimos café o té, que precisamente no viene de los países donde residimos, en su mayoría. En España, la única y diminuta producción, en comparación con el resto del mundo, está en las Islas Canarias, en Gran Canaria. Y respecto al té, idem. Hay una pequeña plantación en Galicia. Con esto quiero decir, que tendríamos que dejar todas nuestras costumbres aparcadas, esas con las que socializamos. Pero, quizás, ese es el camino. Nuestros abuelos tomaban achicoria o algarroba procedente de zonas próximas, dependiendo del lugar en donde viviesen. Tal y como está el mundo, hay que replantearse todo de nuevo.
https://www.ecocosmetica.es/marcas/DrBronners
Espero que os sea útil.