El kopi luwak es un tipo de café que puede llegar a alcanzar el exorbitado precio de 75 € la taza. Y te preguntarás, como humano inteligente, por la razón de este precio que lo hace un café exclusivo consumido, principalmente, en Japón y Estados Unidos. La respuesta está en un mamífero primo de los felinos: el musang o civeta de las palmeras (Paradoxurus hermaphroditus).

De la barriga a la taza

El café más caro del mundo procede de Indonesia de las islas de Sumatra, Java, Bali, Célebes y Timor Oriental. También se produce en Vietnam y la India, donde se introdujo la planta del café en torno al siglo XVII. La producción del kopi luwak es muy baja, de en torno a los 500 kg al año.

Estoy convencido de que muchos de los consumidores de este exclusivo café no saben que están bebiendo caca de civeta. Imagen: Sarah Ackerman

Estoy convencido de que muchos de los consumidores de este exclusivo café no saben que están bebiendo caca de civeta. Imagen: Sarah Ackerman

Su baja producción parece extraña proviniendo de un área geográfica donde la planta del café se ha adaptado bien. Pero es que esta depende directamente de la civeta. Este animal, mezcla de zorro y gato, incluye en su dieta las bayas del café, las cuales no acaban de digerirse completamente y son defecadas dejando intactos los granos del café. Y son estos granos los que se usan para hacer la bebida.

Civeta enjaulada

Cangrejilmente no se en qué piensa un humano para buscar café en las cacas de una civeta. Pero lo cierto es que tras pasar por todo el tracto digestivo del animal (también se lavan y tuestan ligeramente), dicen que se obtiene un café de un sabor muy especial y sin apenas amargor. Para más inri, proviene de los mejores granos en el momento idóneo de maduración (este animal sabe de calidad). Además, el café de civeta no es un fenómeno reciente. Curiosamente, Quevedo (siglo XVII) habla de la alta estima a que se le tenía a las cacas del animal en su obra Gracias y desgracias del ojo de culo.

Lo que si es reciente, para desgracia de la civeta, es la forma actual de obtener el café. Al principio la recolección de los granos se hacía buscando excrementos de animales salvajes (lo que, a veces, implicaba la explotación de seres humanos), en cambio ahora las civetas se mantienen en cautividad para ahorrar la búsqueda de cacas.

Sufren para los pijos

Las civetas usadas en la producción del kopi luwak no suelen tener muy buenas condiciones de vida. Imagen: Leendertz

Las civetas usadas en la producción del kopi luwak no siempre tienen muy buenas condiciones de vida.
Imagen: Leendertz

El uso de civetas en cautividad genera diversos problemas, la mayor parte de ellos derivados de unas leyes de protección poco eficaces, difíciles de aplicar o inexistententes y que afectan no sólo a la especie si no también al ecosistema en el que habita:

  • Muchos ejemplares se cazan para su uso en la producción de café. Esto provoca desequilibrios en el ecosistema ya que se está eliminando un valioso elemento del mismo.
  • El espacio reducido en el que se mantiene a los animales puede conllevar trastornos de comportamiento y depresivos. Aunque parezca mentira, pueden acabar con la muerte.
  • La civeta es una especie omnívora con una dieta muy variada que cambia drásticamente en cautividad. El aumento  de bayas de café y la reducción de otros alimentos provoca deficiencias nutricionales. Estas conllevan a la pérdida de pelo y deprime el sistema inmunitario.
  • En ocasiones las civetas cazadas se devuelven a la naturaleza, lo que suele implicar la muerte del animal. Simplemente porque es incapaz de readaptarse de nuevo a su hábitat. Pero no es el único problema ya que puede aportar parásitos y enfermedades al medio natural.

Están buscando alternativas

Una enfermedad que en 2004 causó una disminución en la civeta puede ser, paradógicamente, la salvación del animal. Junto al aumento de la demanda del kopi luwak, está haciendo que se busquen alternativas para elaborar un café similar.

Sin lugar a dudas, son buenas noticias tanto para la civeta como para otras especies como el jacu (Penelope purpurascens) que también se utilizan para la obtención de café.