Todos esperamos con muchas ganas las vacaciones estivales para poder disfrutar de unos días de descanso y conocer nuevos lugares y costumbres. Si eres de los que vas a tener la oportunidad de desconectar de la rutina del lugar donde resides, y estás preocupado por dejar una mínima huella de carbono en tu sitio de asueto, te recomiendo que leas estas sugerencias para que tu estancia y viaje influya lo mínimo posible en el Medio Ambiente.
6 consejos para un turismo responsable
1. Como en todo viaje, lo primero por lo que se empieza es por hacer la maleta.
Ya sea pequeña o grande, es imprescindible que tus pertenencias tengan un espíritu eco, por eso sería recomendable que empezases por ahí. Si vas a algún destino de playa o de montaña, no te olvides de un buen protector solar ecológico. Hay muchos en el mercado, que no contaminan el agua y respetan tu piel. También sería genial que adquirieses una toalla de algodón biológico para poderte tumbar al sol o secarte después de cada baño. Hay multitud de marcas que fabrican ropa con fibras naturales ecológicas, si vas a un lugar cálido son las más adecuadas; si por el contrario vas hacia el norte, mi consejo es que adquieres prendas provenientes del reciclaje de botellas PET, que se han convertidos en anoraks ligeros o plumas para abrigarse frente al frío. Para los mochileros, existen mochilas del mismo material. Y que no falte en tu neceser productos de higiene o aseo bio, no quieras que la contaminación de nuestros malos hábitos llegue a los ríos y los mares.
2. Elegir bien el transporte.
No es lo mismo montar en avión, que ir en coche, en moto, en tren o en bicicleta. Los efectos que reportan son muy diferentes, y así repercuten negativamente en el medio natural. Si puedes elegir, opta por los no contaminantes, como el tren o la bicicleta, o incluso los nuevos coches eléctricos o híbridos. Puedes alquilar bicicletas eléctricas o automóviles eco, ahorrarás dinero y no producirás malos humos.
3. Alimentación en el lugar de destino.
Todos tenemos que comer allá donde vamos, excepto los que opten por unas vacaciones de cura y permanezcan en ayuno voluntario durante unos días, por eso preocúpate por interesarte por los diferentes platos o alimentos típicos de la región. Procura adquirirlos para uso y disfrute personal, la gastronomía local es uno de los secretos mejores guardados. Así que no te cortes, y explora los mercados o puestos callejeros, estarás contribuyendo a mantener la economía local con productos de km0; y además el mantenimiento de las diferentes especies y variedades que de otra manera puede que se extingan. Es posible que haya mercados de alimentación y productos ecológicos, ya en muchos lugares existen. Su auge va en aumento, infórmate de su localización.
4. Alojamiento en el lugar de destino.
Si realmente eres responsable con tus actos, procura decantarte por alojamientos sostenibles o ecológicos. Hay muchos lugares de hospedaje que ya funcionan con energías alternativas, como la solar. Y además han aplicado una serie de normas para los huéspedes en su uso discriminado, con sistemas de ahorro de energía y puntos limpios para conseguir que los desechos puedan volver a la cadena de uso con el reciclaje. También determinadas cadenas hoteleras se han unido para la lucha contra el cambio climático, y en sus establecimientos realizan actividades de concienciación para adultos y niños, incluido un huerto ecológico con el que trabajan como recurso de la enseñanza. Muchos recogen sus productos para luego degustarlos en su cocina.
5. Conocer el lugar de destino.
Seguramente ya habrás echado un vistazo a los sitios que quieres explorar, y ya habrás diseñado tus pasos con antelación. Al llegar allí procura mantener tus hábitos de sostenibilidad, suele ser el fallo de muchas personas que no están demasiado concienciadas. Los espacios naturales que quieras visitar procura dejarlos como los has encontrado, limpios. No dejes la basura allí, llévala contigo. Si existen zonas acotadas, procura no sobrepasarlas aunque te parezcan muy interesantes, puede que estés destruyendo algo fundamental para su conservación. Respeta las reglas de cada lugar. Si quieres y tienes tiempo, puedes participar en jornadas de limpieza que se suelen organizar en estos meses estivales, cuando existe un mayor turismo, te darás cuanta de lo mucho que ensuciamos todos los ecosistemas, sin ningún tipo de remordimiento.
6. Los inevitables recuerdos o “souvenirs”.
Si eres de los que no se puede ir de un lugar sin llevarse un pequeño recuerdo, procura que no sea algo fundamental para las especies que allí viven. A mucha gente le da por coger piedras, plantas, ¡o incluso animales! Por poner un ejemplo, si los 6.000 individuos que visitan esa zona hacen lo mismo, ¿qué crees que pasaría?, puede que sin quererlo hubiesen acabado con el hábitat de todos los seres vivos que allí residen. Hay muchos productos genuinos de aquellos lugares que vas a conocer, recurre a ellos. ¡No te confundas con los que en la cara posterior está escrito Made in China! La artesanía local o los “souvenirs” gastronómicos son unas de las opciones más recomendadas.
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