Por raro que te parezca, el mundo que gira a tu alrededor está formado por los llamados “metales raros” o “tierras raras”. Se trata de elementos de la tabla periódica, utilizados para fabricar todo tipo de gadgets tecnológicos que utilizas todos los días como mp3, dispositivos portátiles, smartphones, etc. En todos ellos encontrarás una pizca de Indio (In), Galio (Ga), etc., metales utilizados en la electrónica y de compleja extracción, que se emplean en alta tecnología y de los que cada vez hay más demanda en todo el mundo. Según un reciente informe, a finales del 2015 legaremos a los 7 mil millones de móviles activos a nivel mundial, por lo que hay que poner el foco de atención del problema de la escasez de este tipo de minerales que nos da la Tierra.

El problema que tienen estos minerales, a parte de ser muy escasos, es que están concentrados en determinadas regiones del mundo como como China, Bolivia o la República Democrática del Congo. Esta explotación desmedida y sin control, está provocando la proliferación de mafias, enfrentamientos armados, muertes y violaciones del los derechos humanos, afectando al medio ambiente y a la salud de la población. Tal es el problema que por este motivo al Coltán, compuesto formado por diferentes minerales, se le denomina el mineral del la muerte.

Tabla Periódica: Concentración de elementos en una placa de circuito impreso

Criticidad de elementos a nivel mundial

¿Cuál es el riesgo de que supone depender de cualquiera de estos elementos? Esta es la pregunta que se hacen los investigadores de la Universidad de Yale, que ahora han catalogado cada uno de 62 metales que usamos hoy en día, teniendo en cuenta la escasez de cada uno, la concentración, y la dificultad de encontrar sustitutos adecuados, el estudio muestra una Tabla Periódica de la criticidad de estos elementos.

Los metales como el zinc, el cobre y el aluminio, son los más comúnmente utilizados en la industria desde mucho antes de la revolución informática plantean poco riesgo, y por lo tanto son marcados de baja «criticidad». Sin embargo, a diferencia de los metales que eran comunes en épocas pasadas, los que se utilizan en las nuevas tecnologías más nuevas y actuales, incluyendo teléfonos inteligentes, baterías, placas solares, y diversas aplicaciones médicas, no son tan fáciles de conseguir de forma sencilla. Algunos de estos elementos, como el Arsénico (AS) y Selenio (Se), ni siquiera se pueden extraer solos; por lo general son el subproducto de otros procesos mineros más complejos.

Tabla Periódica con los elementos con mayor criticidad. El rojo es alta, azul es baja

El estudio, publicado en la National Academy of Sciences, encontró que los metales que están al límite de suministro son los más importantes para la electrónica, tales como Galio y el Selenio. Los catalogados por su alto impacto ambiental son el oro y el mercurio. Las restricciones de suministro descritas podrían afectar el suministro de metales como el Cromo y el Niobio, que se usan para la formación de aleaciones de acero importantes, y el Tungsteno y el Molibdeno, que se utilizan para las aleaciones de resistencia a la alta temperatura.

Otro punto a destacar por los autores del Estudio, es la de poner en relieve la necesidad de mayores programas de reciclaje de componentes electrónicos, para reducir la cantidad de basura electrónica que termina en los vertederos, con componentes peligrosos que provocan graves problemas de contaminación de suelos y aguas, sino también en un cambio de mentalidad en la fabricación de los mismos para utilizar otros metales de sustitución, no tan rentables económicamente, o controlar desde el origen la extracción de los mismos.

Fuente: www.fastcoexist.com