Si todavía no te has decidido a tener plantas dentro de casa, esta es tu oportunidad. Las macetas colgantes con plantas son lo último en decoración y jardinería, dan un toque de frescor y color a cualquier estancia, además de proporcionar salud.
Quedan fantásticas casi en cualquier rincón. Se pueden colocar en el salón o en la cocina a una altura considerable para que los más altos no tengan contratiempos, o también cerca de las paredes como un motivo ornamental más. Siempre hay que tener en cuenta que deben de tener luz natural para poder desarrollarse.
De manera muy sencilla, puedes realizar con cordón este portamacetas, lo que se conoce como macramé, o el arte de realizar objetos con nudos. El cordón es de algodón, pero existen otras fibras naturales que también se pueden usar, como yute o lino. Elige, si lo encuentras, de algodón ecológico, beneficiosos para ti y para el planeta. Solo necesitas un tiesto para completar el conjunto, que podrás colorear a tu antojo. En este caso es de madera pintada con colorante, pero puedes adquirir uno de barro. Elige un colorante natural, aunque queda igual de bonito pintado con témperas y algún motivo que te guste.
Necesitas concentrarte para poder realizar todos los pasos de manera correcta. Es mejor hacerlo más despacio que tener que retroceder y deshacer nudos. Procura elaborar cada nudo y dejarlo suelto, no los aprietes hasta que veas que has conseguido la forma deseada. Cuando termines se coloca la maceta en el centro, y con todos los cordones se hace un nudo con un agujero para poder colgarlo. Como en la fotografía, se pueden organizar composiciones con varias macetas colgantes, cada una de un color.
Esta artesanía ha vuelto para quedarse, de hecho existen cursos de macramé para realizar creaciones artísticas como las hacían nuestras madres y abuelas. Esperemos que no decaiga la ilusión de los oficios ancestrales
me gustan los colgantes, sobre todo con flores coloridas