Nuestros pies soportan nuestro peso durante toda nuestra vida, y son una fuente de problemas precisamente por esa misma razón. Nuestro deber es cuidarlos con mimo para que nos duren muchos años más en buenas condiciones. En ellos repercute todo: desde el calcetín que nos ponemos, hasta el zapato que calzamos o la pedicura o la crema que utilizamos. Sin ellos no podríamos caminar, ni desplazarnos; así que más nos vale que les dediquemos el tiempo necesario para que sigan manteniendo su función y su belleza.

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Una buena manera de tenerlos a punto es lavarlos con cuidado en agua templada, para poder quitar mejor las durezas que se suelen acumular a lo largo de los años. La piedra pómez es uno de los remedios infalibles para que sigan conservando todo su esplendor. Pero tendremos que utilizarla varias veces a la semana (2-3 días) para que realmente sea efectiva. No vale con utilizarla cuando ya tenemos formada la callosidad. ¡Requeriría de mucho más tiempo y a lo mejor ya llegamos demasiado tarde para solucionar la situación!

Para las uñas es imprescindible realizar una pedicura perfecta, cortando en recto las uñas, y no dejándolas demasiado largas, nos podrían dar algún que otro disgusto. Lo mejor es llevarlas sin ningún esmalte de uñas, pero si te declinas por pintarlas, elige alguno eco sin los consabidos compuestos tóxicos: formaldehído, tolueno, colores artificiales, xileno, y ftalatos. Merece la pena, y notarás una gran diferencia con los “otros”.

En cuanto a la crema hidratante o nutritiva, es recomendable que sea especial para pieles secas, porque justo esta zona de nuestra anatomía necesita mucha nutrición para poder lucirse en todo su belleza. Me gusta la Crema de Pies Nutritiva y Relajante de la marca BcomBio de la que anteriormente ya he hablado. Está certificada por COSMEBIO y promete 24 de hidratación, clínicamente probada. Con un formato de 100ml cunde bastante, ya que se extiende fenomenal y se necesita poca cantidad para ver los resultados.

Repara de manera instantánea la sequedad y después de un uso continuado, se aprecia una evidente mejoría en las durezas, que con el tiempo terminan desapareciendo. Su formulación a base de ingredientes naturales o procedentes de la agricultura ecológica, como la glicerina vegetal, el aceite de girasol, el aceite de lavanda, el aceite de limón y de un ingrediente exclusivo antioxidante obtenido del alga Crithmum maritimum; hacen de este producto una delicia para los pies.

Su aroma reconforta y relaja, por lo que es sumamente efectivo para aplicar mediante un suave masaje, insistiendo en las zonas más problemáticas. La textura fundente de la crema produce un auténtico placer en la piel.