Mañana, 15 de octubre, celebraremos por todo lo alto el Día Mundial de la Mujer Rural. Esta fecha tan señalada en el calendario, ensalza el empoderamiento de las mujeres rurales como dueñas de su propio destino, sacando adelante familias enteras y empresas que promueven una economía más próspera.

Una situación muy común en muchos países en vías de desarrollo, que ha hecho renacer a comunidades enteras sumidas en la pobreza. Gracias a microcréditos o con apoyos de diversas organizaciones han podido cultivar tierras o dedicarse a la ganadería para poder alimentar a sus congéneres.

Según el último informe de la FAO en el año 2011, las mujeres constituyen el 43 por ciento de la fuerza de trabajo agrícola en los países en desarrollo, y ellas producen una gran parte de la cosecha mundial de alimentos.

LAS MUJERES RURALES EN ESPAÑA

En España, está circunstancia está teniendo un auge hasta el momento desconocido. Para ello, hoy se ha organizado en Barbastro la I Jornada del Día Internacional de la Mujer Rural. Unas 200 personas se reunirán en este encuentro organizado por la Red Aragonesa de Desarrollo Rural, la Universidad de Zaragoza y la Diputación Provincial de Huesca. ¿Quién participa?: asociaciones de mujeres locales y provinciales, colectivos empresariales, técnicos de desarrollo rural, emprendedoras y centros de Secundaria de Barbastro.

Antonio Cosculluela, alcalde de la ciudad y presidente de la Diputación Provincial de Huesca, ha subrayado que se trata del “primer encuentro en nuestro país que se centra exclusivamente en la mujer rural”, quien ha jugado “un papel fundamental en el desarrollo rural”. Además, ha recordado el esfuerzo de la Diputación Provincial de Huesca para implantar infraestructuras y servicios, que “debemos estar decididos a dar a quienes viven en el mundo rural”.

A su vez Lourdes Arruebo, presidenta de la Red Aragonesa de Desarrollo Rural, ha hablado sobre “la importancia de lo local como base del desarrollo y la diversificación económica”. Recalcando el papel de la mujer en la transformación del medio rural en estos años: “Es más activa, se ha encargado de la recuperación de tradiciones, ha roto la brecha digital incorporándose a las nuevas tecnologías y tienes más capacidad de emprendimiento porcentual, porque el medio rural sigue muy masculinizado”.

OTROS EJEMPLOS: LA MUJER EN EL CARIBE

Tenemos otros ejemplos más lejanos en las mujeres caribeñas de Barbados, Granada y Jamaica que han desarrollado una agricultura sostenible para poder sobrevivir. Gracias al apoyo de ONU Mujeres, el Centro de Desarrollo de Políticas del Caribe (CPDC) ha guiado un proyecto centrado en el papel que ejercen las agricultoras en el desarrollo sostenible del Caribe. El fin de esta acción es reducir la falta de acceso de las mujeres a los recursos.

“En el Caribe, las mujeres jóvenes superan a los jóvenes varones en cuanto a educación secundaria y universitaria. Sin embargo, cuando se trata de la participación activa en el mercado laboral o del empoderamiento económico, las mujeres tienen más probabilidades de sufrir desempleo, subempleo o pobreza”, manifiesta Christine Arab, representante de ONU Mujeres para la región del Caribe. “A través del apoyo a ONG locales a fin de reducir la brecha de género en las áreas de educación agrícola, la inversión en infraestructuras y un mayor conocimiento sobre las leyes y los servicios que promueven la seguridad de las mujeres en el hogar y los espacios públicos, ONU Mujeres cree que se garantizarán los medios de vida de las mujeres, potenciando así la resiliencia de las comunidades locales ante los retos económicos a los que se enfrenta el Caribe”.

Para muchas de estas mujeres, la agricultura es su único sustento, sobre todo teniendo en cuenta que tienen hijas e hijos en edad escolar.

Aprenden en talleres de economía verde a usar métodos agrícolas más sostenibles como forma más estable y fiable de ganarse su manutención y la de su familia. Las buenas prácticas agrícolas garantizan un mayor bienestar humano y menores desigualdades, y no exponen a las generaciones futuras a riesgos ambientales y escaseces significativas. Ellas suelen depender totalmente de las lluvias para el riego, y se ven obligadas a combatir sequías cada vez más largas e intensos temporales durante la época de lluvias.

¿Cuáles son sus cultivos?: patatas irlandesas, setas orgánicas, fresas, hortalizas y otras frutas para la producción de zumos, salsas de pimienta y frutos secos. Las mujeres venden sus productos en los mercados locales de sus comunidades y a los turistas.

También, ofrecen mucha de su producción a hoteles, que les pagan buenos precios por su buen hacer. Así explica Theresia  que “en los talleres aprendió sobre el valor y la importancia de proteger el medio ambiente para mantener su medio de vida. También aprendió sobre la conservación del agua y la recolección de agua de lluvia”.

Una información y formación necesaria para cambiar la economía de estos lugares. Continua aclarando Theresia: “aprendimos la importancia de la rotación de cultivos, que consiste en no plantar un área entera con un solo cultivo sino rotar la producción… y utilizar materiales naturales que se encuentran en el medio ambiente para conservar la humedad y aumentar la fertilidad del suelo. Ahora también utilizo barreras naturales como el limoncillo para erradicar las plagas”.

Han prescindido de los dañinos pesticidas químicos como método para combatir plagas, ahora podrán tener una vida más saludable gracias a este asesoramiento.

Las energías renovables han llegado hasta el nordeste de Jamaica, la Jeffrey Town Farmers’ Association, que cuenta con 40 miembros, la mitad de ellos mujeres, las  utiliza para poder tener activa una emisora de radio que difunde información sobre prácticas de agricultura sostenible a una comunidad montañosa de 3.000 personas.

Además, estos valiosos cursos les sirven para compartir experiencias sobre cómo luchar contra el deslizamiento de tierras o cómo aumentar la producción de la fresa mediante el cultivo en invernadero. Los dulces a base de coco, son actualmente otra fuente de ingresos fijos.

Romae narra: “estamos tratando de conseguir unas instalaciones más grandes; queremos aumentar la producción”, y prosigue, “también estamos intentando producir harina a partir del árbol del pan [un árbol frutal tropical] para que las mujeres puedan alimentar a sus hijas e hijos y realizarse. Además, puede ser una fuente de empleo”.

En la parroquia de Saint Catherine de Jamaica, 18 mujeres han logrado tener acceso al riego, por un proyecto independiente de ONU Mujeres para el apoyo de una organización no gubernamental, The Competitiveness Company, en la comunidad de Guys Hill. Además, se las preparó en el empleo de tecnologías para mejorar la irrigación y otras estrategias de gestión del agua. Las agricultoras han podido mitigar mejor los efectos de inundaciones, la erosión de la tierra y del deslizamiento de tierras, y han utilizado las mejores prácticas agrícolas para su entorno; gracias al seguimiento de patrones de precipitación que limitan las temporadas de cultivo y terrenos ubicados en laderas empinadas,

Informes y datos sobre la situación de la mujer rural aquí.