Cheng Luo, profesor en el Departamento de Ingeniería Mecánica y Aeroespacial, y Xin Heng, estudiante de doctorado en el mismo departamento de Ingeniería, en la Universidad de Texas, Arlington (Estados Unidos) han logrado crear picos artificiales de pájaro, similares a los que tienen las aves que habitan las playas.

La manera de conducir los alimentos por sus picos, abriendo y cerrándolos, ha inspirado el diseño de estos dispositivos para recoger agua de la niebla o del rocío en cualquier parte del mundo, eso sí, destinados sobre todo a los lugares más desérticos del planeta, donde es una tarea complicada encontrar alguna fuente de agua.

Los colectores utilizan la condensación con dos placas de vidrio para atrapar las esquivas gotas del rocío. «Y realmente, si se pudiera producir en masa este método, se podría instaurar agricultura en cualquier parte del mundo con niebla o rocío», explica Luo.

 

Y el propio decano de la Facultad de Ingeniería, Khosrow Behbehani, aclara: «la investigación muestra que las ideas innovadoras pueden ser provocadas por la observación cuidadosa de los fenómenos aparentemente no relacionados» .

Su fiabilidad es casi perfecta, pueden recoger hasta 900 veces más cantidad que un colector natural o artificial estándar, algo asombroso; porque realmente supondría un gran avance tecnológico, que beneficiaría miles de personas por todo el planeta.

Ahora la cuestión es, si verdaderamente este tipo de inventos llega a sus destinatarios, a la gente que de verdad necesita estos progresos para sobrevivir en las áridas regiones que existen en el mundo. Esperemos que las empresas se “mojen”, nunca mejor dicho, y faciliten su introducción.