A esta conclusión llegó el Catedrático de la Universidad de Sevilla, José Carlos García, por casualidad, cuando “paseando por el Puerto de Ceuta descubrí que se había creado una reserva de una especie que está en riesgo máximo de extinción: la lapa ferruginosa. El hallazgo fue sorprendente, primero por la localización, un hábitat artificial, y segundo porque cuando empezamos a trabajar en la zona contabilizamos un total de 14.000 ejemplares de esta especie de la que, hasta ese momento, solo había censadas unas mil en toda España”.

Las investigaciones realizadas en los Puertos de Ceuta, Melilla, Motril y Tarifa han dado como conclusión que se pueden conservar determinadas especies en estas microreservas. Unos resultados que presentó el pasado 17 de mayo ante el público en una conferencia de divulgación impartida bajo el título de ‘Hábitats artificiales como reservas marinas para especies protegidas ¿Realidad o ficción?’, que se ha integrado en el XII Ciclo de Biodiversidad y Conservación, organizado por la Universidad de Granada, en colaboración con el Parque de las Ciencias, para presentar a todos los públicos las investigaciones que desarrollan en la actualidad algunos de los científicos más prestigiosos del mundo.

Este descubrimiento ha servido para iniciar un proyecto de investigación del que ya se han publicado artículos en revistas de alto impacto como Marine Ecology, y que ha llevado a los científicos a trabajar en otros puertos como el de Motril, en Granada, donde se han vuelto a registrar miles de ejemplares de esta especie y de otra que también está en riesgo: el coral naranja. Es por ello, por lo que García y su grupo reivindican la necesidad de crear una nueva figura de protección: la microreserva marina artificial y promueven la creación de futuras redes de microreservas que faciliten el intercambio genético y contribuyan a la proliferación de estas especies.

La investigación también ha servido para demostrar que el tipo de construcción de un puerto puede favorecer la conservación de especies y el cuidado del medio ambiente. Una conclusión que se sustenta en el hecho de que es en el Puerto de Ceuta, construido con dos entradas que permiten la circulación del agua, donde se han encontrado mayor número de ejemplares de esta especie, no solo en los diques de la parte exterior, como en el resto de puertos, sino también en el interior del puerto. De este modo y tal y asegura el catedrático de la Universidad de Sevilla: “El Puerto de Ceuta se convierte en un faro que da luz a las futuras construcciones portuarias para que estas sean más sostenibles y, de alguna forma, contribuyan a la conservación del medio ambiente y a la subsistencia de especies amenazadas como estas.

investigador reservas marinas

Por otro lado, García ha adelantado que entre las líneas de actuación que desarrollarán en el futuro también contemplan el diseño de programas y actividades dirigidas a la sociedad para que todos los ciudadanos puedan conocer las especies que subsisten en estos hábitats artificiales.

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