Si hay algo que me molesta especialmente, es la basura tirada en la calle. Me repatea toda esa gente que tira las cosas al suelo aún teniendo una papelera a menos de un metro. O esas alcantarillas taponadas por los residuos tirados en ellas (que por lo menos en mi barrio las hay), usándolas como si fueran una papelera más. ¿Es que esa gente no sabe lo que tardan esos residuos en desaparecer por sí solos? Si tampoco lo sabéis vosotros, aquí tenéis unos ejemplos:

 

Entre 3 y 4 semanas: Los desechos orgánicos. Esto es lo que tardan en degradarse en el suelo siempre y cuando no se mezclen con desechos inorgánicos o sustancias químicas, pues se prolongaría mucho más.

1 año: El papel. Aunque no supone muchos problemas a la naturaleza a la hora de integrar sus componentes en el suelo, sigue tardando demasiado tiempo en desaparecer por sí solo.

Entre 1 y 2 años: Las colillas. Los filtros están hechos de acetato de celulosa y las bacterias del suelo no pueden atacarla bien. Si la colilla cae en el agua tardaría menos en desintegrarse, pero contaminaría más.

5 años: Los chicles. Por acción del oxígeno, se endurece y luego empieza a desquebrajarse hasta que desaparece.

10 años: Las latas. Este es el tiempo que tardan en transformarse al estado óxido de hierro.

30 años: Los tetra-briks, compuestos, en general, por un 75% de celulosa, un 20% de polietileno y un 5% de aluminio; Y los “aerosoles”, que salvo una especificación contraria, son un agente contaminante por sus CFC.

100 años: Los corchos de plástico, que están hechos de polipropileno.

150 años: Las bolsas de plástico, muy escurridizas a la hora de que la naturaleza las intente degradar, porque están hechas de polietileno de baja densidad.

Entre 100 y 1000 años: Las botellas de plástico. Al aire libre se fragmentan y se dispersan. La mayoría están hechas de PET, un material que los microorganismos no tienen mecanismos para atacarlos.

1000 años: Las pilas y sus componentes. Son altamente contaminantes porque la mayoría tienen mercurio, cinc, cromo, arsénico, plomo o cadmio.

4000 años: Las botellas o restos de vidrio. Para los componentes naturales del suelo es una tarea ardua transformarlo. Sin embargo, es reciclable 100%, así que no tiene sentido tirarlo al suelo.

Ya sea porque estéis sensibilizados con el cuidado del medioambiente, o porque simplemente os gusta ver vuestra ciudad libre de residuos, ¡no tiréis nada al suelo!

Fuente: SICA