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Según el último informe publicado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), los españoles suspendemos en conciencia ecológica. “Podemos afirmar que el ciudadano ecológico español no existe. Si definimos al ciudadano ecológico como aquel en quien concurren no sólo el cumplimiento de las obligaciones legales ambientales, sino también un cierto número de virtudes morales y disposiciones prácticas hacia el entorno”, cita el informe del CIS. |
Poco compromiso medioambiental.
La principal conclusión que se extrae en esta investigación del CIS, publicada con el título “Ciudadanía y conciencia medioambiental en España”, es que la creciente aceptación de valores medioambientales por parte de los ciudadanos españoles no encuentra correspondencia en el desarrollo de prácticas y estilos de vida sostenibles.
Cuando a los españoles se les pregunta por su visión de la naturaleza, se ve claramente una brecha entre la conciencia ecológica y la práctica ambiental. Esto es bastante preocupante, pues delata la escasa importancia que tiene para la media española, los problemas ambientales, y muy poco compromiso ecológico.
El ciudadano español parece que está informado sobre los problemas medioambientales que le acechan, pero son pocos los que ponen remedio, se ve una visión egocéntrica de los problemas ecológicos, dando a las administraciones públicas la potestad para solucionar los problemas medioambientales, sin intervenir activamente en los mismos.
¿Que nos preocupa a los españoles?
Los problemas medioambientales que más interesan a los españoles se encuentran, la contaminación atmosférica, la contaminación industrial y el tráfico.
Por otro lado las que menos interesan son: la contaminación lumínica, la falta de energías limpias, la pérdida de tierras de cultivo o la construcción de los espacios naturales, todos ellos por debajo del 1%. Estas cifras nos da a entender, el escaso conocimiento sobre los efectos de la contaminación lumínica y la poca preocupación que tiene la sociedad española por las energías renovables y los espacios verdes.
Hacia una sociedad más concienciada.
No obstante, las últimas encuestas del CIS nos desvelan que, en relación con los hábitos de consumo y estilo de vida, la población se muestra mucho más concienciada.
Las prácticas de reciclaje, el consumo racional de agua, la utilización del transporte público o el uso racional del coche privado son, en el fondo, cambios en los comportamientos y hábitos individuales que luego tienen una dimensión pública si son seguidos por una gran mayoría de ciudadanos.
Parece ser que en estos últimos años estamos más concienciados con los problemas ambientales, pero todavía somos reticentes a cambiar nuestro estilo de vida, por uno más sostenible.
“Sin duda, el desafío de la sostenibilidad es el desafío de la modernización. Ahora mismo, la sociedad española no está preparada para abordarlo; la conciencia ambiental es débil y sólo generosamente puede hablarse de una incipiente ciudadanía ecológica”, relata el informe.
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