Cuando el sistema de calefacción es mediante suelo radiante (o cualquier otro de baja temperatura, pero nunca con radiadores) y además hay una piscina, cabe la posibilidad de instalar un sistema solar térmico global que contribuya a la producción de la totalidad del agua caliente sanitaria, ahorre hasta el 45 por ciento en calefacción y mejore las condiciones de baño de la piscina (entre 5 y 10 grados más, de temperatura entre mayo y septiembre).

Además de ahorrar energía, este sistema evita la emisión a la atmósfera de más de cuatro toneladas de CO2 cada año por cada 100 m2 de vivienda a calefactar. La instalación lleva dos semanas por cada 100 m2 de vivienda. Es preciso, disponer de 20 m2 libre de sombras y orientado al sur por cada 100 m2 de vivienda. Se admite una desorientación de 30 grados al este o al oeste. Además, sería necesario tener disponible para la acumulación solar, un mínimo de 3 m2 próximos a la caldera.

Fuente: www.brico.es