Ayer martes 5 de octubre los vertidos tóxicos producidos por una empresa de aluminio MAL Rt en Hungría han producido una inmensa marea que ha teñido de rojo la población de Ajka, a unos 160 kilómetros al oeste de Budapest, tras romperse el dique de una represa donde estaba contenidos los desechos.
Estos residuos, que contienen elevadas cantidades de silicio, hierro y otros metales pesados, inundaron una región de unos 40 kilómetros cuadrados.
Catástrofe medioambiental
Cuatro personas han muerto y más de un centenar han resultado heridas, algunas de gravedad, a consecuencia de lo que en Hungría se considera la mayor catástrofe medioambiental de su historia.
Lajos, un campesino de unos 60 años, declaró a Efe que «el barro llegó muy de repente, sin que nadie nos pudiera avisar antes«.
«Sólo tuvimos tiempo para subir al primer piso de nuestra casa, pero todas mis gallinas y otros animales domésticos fueron arrastrados por el barro y han muerto«, cuenta visiblemente aliviado de haber al menos salvado su propia vida.
El problema radica ahora en la filtración de los residuos a las aguas subterráneas colindantes.
Las autoridades húngaras, que habían declarado por la mañana el estado de emergencia en tres distritos contiguos a la represa, afirmaron que el peligro más inmediato ya ha pasado y que los equipos de rescate se centrarán ahora en limpiar el lugar.
El cieno, un producto de desecho en la producción del aluminio, contiene metales pesados y es tóxico si se ingiere. Muchos de los heridos sufrieron quemaduras cuando el lodo traspasó sus ropas, y dos de ellos estaban en estado sumamente grave. Dos mujeres, un joven y un niño de 3 años murieron en la inundación.
Los heridos están en observación porque las quemaduras causadas por el cieno pueden tardar días en aflorar y heridas aparentemente superficiales podrían causar daños a tejidos más profundos, dijo a la televisión estatal el doctor Peter Jakabos, del Hospital Gyor, donde fueron internadas varias víctimas.
Ecologistas locales ya avisaron en 2003
Ecologistas locales dijeron que trataron de llamar la atención del gobierno sobre los riesgos del cieno rojo durante años, y señalaron un informe del 2003 en el que calcularon los desechos en 30 millones de toneladas.
«Acumulado durante décadas… el cieno rojo es, en volumen, la mayor cantidad de desecho tóxico en Hungría», dijo el Grupo Acción por el Aire Puro. Agregó que producir una tonelada de aluminio deja dos toneladas de desecho tóxico.
MAL Rt., la compañía húngara de producción y comercialización de aluminio que posee la planta de Ajka, dijo que según las normas de la Unión Europea, el cieno rojo no era considerado desecho tóxico. Negó además que hubiese tenido que tomar más precauciones para apuntalar la represa.
Fuente: EFE Verde
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