El 26 de julio, se celebra el Día de la defensa del Manglar, que requiere una protección de manera imperativa, y más, teniendo en cuenta que este es el Año Internacional de los Bosques.

¿Que es un manglar?

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El manglar es el nombre que recibe la vegetación típica que crece en las aguas tropicales y subtropicales de algunas áreas costeras. Son especies de bosques de plantas leñosas que se desarrollan en lagunas, riberas y en costas tropicales protegidas del oleaje.

Los manglares constituyen uno de los 14 biomas terrestres o paisajes bioclimaticos que se distingue por el carácter único de su morfología, geología,clima, suelos, hidrología, flora y fauna.

¿En qué regiones se encuentran los manglares?

 

Los manglares se encuentran en las regiones tropicales y subtropicales del mundo, generalmente en zonas costeras, y pueden hallarse en contacto directo con el mar, junto a las riberas y desembocaduras de los ríos, o bordeando lagunas costeras. El desarrollo óptimo de estos bosques salados se da alrededor del ecuador en África, Indonesia, Nueva Guinea y Filipinas. En Latinoamérica, los manglares más exuberantes se encuentran en Ecuador, en la costa norte de Esmeraldas.

Debido a su ubicación costera siempre están en contacto con cuerpos de agua de origen marino, o en combinación con el agua que llega a través de escorrentías o por la desembocadura de los ríos. Esta agrupación de árboles posee adaptaciones que les permite sobrevivir en terrenos anegados con intrusiones de agua salobre o salada. Entre las adaptaciones se encuentran, la tolerancia a altos niveles de salinidad, raíces aéreas en forma de zancos, que les permite anclarse en suelos inestables, con hojas siempre verdes y una temperatura que varía entre los 25 y 28° C.

La importancia de los manglares

 

Los manglares destacan por su alta productividad y producción de materia orgánica. Promueven la biodiversidad ya que sus raíces sumergidas proveen refugio para una rica fauna de peces, mamíferos e invertebrados. Muchas de estas especies nacen en ecosistemas cercanos como praderas de yerbas marinas o arrecifes de corales y sus larvas y juveniles se desarrollan bajo sus raíces. Por lo que son fundamentalmente importantes para el hombre ya que aseguran la sustentabilidad de la industria pesquera. Albergan y ofrecen áreas de anidaje a un número considerable de especies de aves residentes y migratorias, vulnerables o en peligro de extinción. Protegen las costas contra la erosión y las marejadas ocasionadas por los huracanes. Atrapan sedimento y hojarasca entre sus raíces y ayudan a rellenar y recobrar terreno. Son importantes para la educación e investigación científica. Además son usados para la recreación pasiva y actividades turísticas.

Las características más importantes son:

  • Se consideran los ecosistemas naturales de mayor productividad debido a su alta producción de materia orgánica.
  • Actúan como criaderos de especies de peces y de mariscos.
  • Sirven de habitáculo para una gran variedad de aves y otros organismos marinos.
  • Protegen la costa contra la erosión, las marejadas, tormentas y huracanes.
  • Funcionan como pulmones del medioambiente, ya que producen oxígeno y usan el bióxido de carbono del aire.
  • Se utilizan para practicar deportes acuáticos y actividades turísticas.
  • Son muy valiosos para la educación e investigación científica.

Motivo de preocupación

 

Por la biodiversidad que alberga, el manglar es un ecosistema único e irremplazable

Los manglares están desapareciendo a una velocidad vertiginosa por el uso abusivo de sus recursos. La organización ecologista Greenpeace estima que en 1980 había 17 millones de hectáreas de manglar en las costas tropicales del mundo, de los que, según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), la mitad ya se han perdido. Las causas de su destrucción son múltiples (extracciones para empresas madereras o papeleras, construcción de infraestructuras…), pero en estos momentos la mayor amenaza para estos ecosistemas la constituye la instalación de la industria camaronera, que cría en estas zonas los langostinos tropicales que se exportan a países desarrollados. La tala de extensas áreas de manglar para instalar piscinas de cría de langostinos es el principal problema que genera esta industria, cuya actividad ha motivado la desaparición de más de un millón de hectáreas de manglar. De ellas, unas 765.000 hectáreas en los últimos años. Con la destrucción de estas zonas, los ecosistemas marinos pierden su equilibrio y disminuye la cantidad y diversidad de peces, ya que sus áreas de cría y alevinaje son destruidas.

Pero, según Greenpeace, ese no es el único problema: para la cría intensiva de langostino tropical se emplean enormes cantidades de productos químicos (alimento, fertilizantes, plaguicidas, antibióticos…) que dan lugar a un caldo tóxico que contamina los recursos hídricos locales, produciendo incluso su eutrofización e hipernitrificación.

Sin los manglares y otros ecosistemas costeros, las áreas de la costa se vuelven inestables: las comunidades costeras quedan expuestas a devastadores frentes tormentosos que han producido la pérdida de muchas vidas humanas en países como Bangladesh y la India.

Fuente:

www.ecoportal.net

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Foto:

Eduardo Dios