Los muñecos de plástico han llegado a todos los rincones del planeta. En cualquier país, en la actualidad, puedes encontrarte uno en el sitio más insospechado, incluso en aquellos países en vías de desarrollo a los que les estamos contagiando la “fiebre del plástico”.

Supongo que habría objetos más útiles e interesantes que exportar, sabiendo que necesitan otro tipo de ayuda, pero es algo que puede parecer absurdo y banal. Bueno, teniendo en cuenta que se han llevado a esos parajes otras piezas de mayor volumen y más pesadas (basureros electrónicos), quizás no resulte tan surrealista ver un pequeño bebé de plástico en el desierto.

Muñecos de plástico

En el propio desierto es posible encontrar muñecos de plástico

La publicidad y lo que presumiblemente es moderno, van poco a poco recalando en la vida de aquellos que no tienen para comer, pero sí para aquellos elementos que vienen de otros mundos con los que sueñan. En ese sueño inalcanzable, a sus ojos, han caído muchas de esas personas que huyen de esas naciones en guerra, buscando un futuro mejor para los suyos.

Dejando a un lado esta problemática brutal y descarnada, no por interés, sino porque el tema que nos ocupa es otro también importante para nuestra vida en la Tierra, como es el Medio Ambiente: no creo que la mejor solución para los países en vías de desarrollo sea trasladar todos esos utensilios que aquí no queremos.

El futuro de esos países pasa por precisamente tener más vistas hacia el porvenir, y no tropezar o no caer con las mismas piedras con los que otros han caído en circunstancias distintas. Y me pregunto, si es posible cambiar ese camino que ya está medio trazado por algunos para enriquecerse a costa de la mayoría de la población.

Siguiendo con los muñecos de plástico, y viendo las verdaderas maravillas que pueden hacer unas manos, también habría que recabar políticas para la Infancia. Necesarias y urgentes. Sería magnífico potenciar ese espíritu artístico que nace de esas comunidades indígenas desde la niñez, y plasmarlo en otro tipo de muñecos y juguetes sin plástico.

Muñecos de plástico

Los muñecos realizados de forma artesanal con materiales naturales no dañan el medio ambiente

Imagen de Double Treble Trinkets

 

Ya sería otro cantar, si aquellos que viven bajo el umbral de la pobreza pudieran dedicarse a fabricar desde su punto de vista esos objetos válidos para cualquier niño o niña, en los que no influya ni la religión, ni el sexo, ni tengan ninguna connotación que fuese más allá del propio acto de jugar con la imaginación.

Poco a poco van apareciendo ejemplos dispersos por todo el planeta, de este cambio de actitud, pero serían necesarios líderes comprometidos con sus comunidades que pudiesen alzar la voz para pedir ayuda.

Los microcréditos están funcionando muy bien para muchos tipos de negocios, y podrían ser una forma de llevar a cabo algo tan emocionante como poder darle una sonrisa a un niño/a con un precioso muñeco hecho a mano y tejido o cosido con materiales naturales que no repercutan o representen un daño ecológico a la hora de deshacerse de ellos.

Es la hora de alejarse de aquello que en un pasado hizo mal, para alojarse en un futuro más próspero y sano para todos.