Hoy, 22 de diciembre, comienza el invierno en el Hemisferio Norte, y el verano en el Hemisferio Sur, lo que se traduce en la noche más corta austral, y en la noche más larga en la zona boreal. Con el soslsticio de invierno para los que vivimos en este último lugar, damos la bienvenida y estrenamos el invierno, aunque debido a la meteorología específica de este año, y sobre todo al cambio climático, será un invierno según lo que apuntan las previsiones, seco y templado.

Las esperadas nieves (que sería lo lógico en estas fechas) se están haciendo de rogar, y el famosos refrán “año de nieves, año de bienes” está aún por confirmarse. La nieve repercute en la humedad del suelo, manteniéndose constante proporciona buenas cosechas en una tierra esponjosa, además genera riachuelos y arroyos que favorecen la biodiversidad por los lugares que atraviesan.

La tierra en esta época queda latente, conformando la nueva vida que dará la luz en primavera. Alrededor de los días de Navidad dependiendo de la zona, es frecuente ver la poda en las diversas plantas y árboles, cuando se quedan sin hojas, en estado vegetativo, y siempre que no haya una helada muy fuerte. De esta manera, brotarán más y mejor.

También es el mejor momento para plantar en nuestro huerto patatas o ajos, y proteger el resto de la cosecha si es un lugar con una climatología muy adversa, o disfruta plantando árboles frutales de hueso o pepita; o incluso trasladar esas plantas que están en macetas más pequeñas o a unas más grandes, o a la tierra si son de exterior.

La fauna salvaje tiene un reto que superar, el duro invierno muchas veces trae consigo la falta de alimento. El hambre suele dejar en la cuneta a algunos individuos que no llenaron su despensa en el otoño, o que no tuvieron demasiada suerte de encontrarla. Por lo tanto, si deseas ayudarles puedes colocar algunos frutos secos o semillas en tu jardín (sin sal), ardillas y aves entre otras especies, serán las más beneficiadas. Nunca está demás echar una mano.