He tenido el placer de conocer en persona al autor de este libro, Carlos de Prada, uno de los periodistas y naturalistas con mayor conocimiento de nuestro medio ambiente, dedicado a en la actualidad a exponer en todas sus publicaciones como mejorar nuestra calidad de vida  y nuestra salud frente a diferentes sustancias nocivas invasoras que pululan por doquier.

En esta línea está el libro “Hogar sin tóxicos”, un recopilatorio claro, conciso, útil y verdaderamente eficaz, de todo lo que podemos hacer en nuestras propias casas con pequeños cambios de actitud y consciencia respecto a lo que nos rodea. Preguntas como a qué estamos expuestos se resuelven con información contrastada y veraz. El profundo saber que nos muestra de Prada, tiene como base los innumerables descubrimientos científicos publicados.

Por ello, como el mismo escribe, el volumen es ”un viaje apasionante al mundo de las sustancias tóxicas que están presentes en nuestras casas”. Primero describiendo cuáles son, segundo cómo nos afectan y sus efectos sobre nuestro cuerpo; y por último, y quizás lo más importante, cómo podemos protegernos de sus efectos perjudiciales, con soluciones prácticas y asequibles.

La química sintética es la más peligrosa contaminación que actualmente sufrimos sin darnos en cuenta, en nuestros hogares. Sustancias que respiramos, bebemos o que nos llegan a través de nuestra piel de manera sigilosa. Esta exposición permanente es la que nos acarreará problemas de salud a la larga, una “peste silenciosa”, podríamos denominarla. Pero el principal obstáculo que existe en nuestra sociedad es que muchas veces lo legal o lo autorizado en términos de nomenclatura, puede ser igual de dañino. Ftalatos, retardantes de llama bromados, almizcles sintéticos, compuestos perfluorados, bisfenol A, benzofenonas, parabenos … son algunos de lo «villanos» más buscados, pero ocultos tras unos productos aparentemente inocuos.

Sólo menos del 1% de las 100.000 sustancias diseñadas por el hombre y comercializadas han sido evaluadas debidamente, ¡para fiarnos de las etiquetas! Lo peor es el pensamiento muy tóxico: si “todo está controlado”, ese que nos lleva a  deducir que todos los productos han pasado por filtros y controles rigurosísimos, ¡nada más lejos de la realidad, en un mundo dominado por intereses puramente económicos! Los límites legales hacen que los parámetros supuestamente elegidos, no sean los más correctos. El vacío existente es demasiado peligroso.

Esta amenaza invisible que ya se cierne sobre nuestros cuerpos, ha sido estudiada en en diferentes países. Así se han hallado restos de sustancias preocupantes en el informe llevado a cabo por la Escuela de Medicina Mount Sinai en Nueva York (Estados Unidos) y Environmental Working Group. Se buscaron 210 sustancias, y encontraron 167. La mayoría eran neurotóxicas o asociadas con el cáncer, otras alteradoras del equilibrio hormonal, ligadas a defectos de nacimiento o problemas en el desarrollo o reproductivos.

Para poder vivir sanos y seguros, tendremos que tener en cuenta las recomendaciones explicadas en el libro, con recetas alternativas naturales para nuestros hogares. Detergentes, productos de aseo y cosmética, ropa, suelos, paredes, mobiliario o pinturas son una parte de los temas tratados con profundidad, con soluciones específicas para cada uno de ellos. Un auténtico manual que merece la pena tener a mano, para poder sobrevivir sin caer en las trampas de la industria química del consumo masivo. Se puede adquirir en librerías o en NaturSanix.