Ya queda menos para este día de mayo tan señalado en el calendario familiar. Si eres de los que les gusta regalar algo a tu madre que se salga fuera de lo común, te recomiendo leer con atención estas líneas.
Existen mamás divertidas, mamás severas, mamás resolutivas, mamás cariñosas, mamás alegres, y un largo etcétera de calificativos. Puede ser que todas tengan un poco de esto y un mucho de aquello, pero todas al fin y al cabo son madres; con sus manías, imperfecciones y bondades, como personas que son. “Madre sólo hay una”, como bien dice el dicho español. Por eso, nada mejor que compartir con ella esta jornada y agasajarla con algo con lo que ella se encuentre verdaderamente feliz. Quizás lo que más le puede atraer a una madre en este día, es reunir a toda la familia al completo. ¿Por qué no realizar una comida en la que todos participen?. Puede ser el regalo perfecto, y creo que con eso le bastaría, no hace falta ningún obsequio más. Bueno, a no ser que seas muy espléndido y quieras poner la guinda al pastel.
Solamente, hay que organizarse bien y preparar una celebración que todos recordéis como un día muy especial. ¿Lo ideal?, hacerla al aire libre en el jardín de la casa de unos amigos, ¡siempre se puede pedir algún favor!. Y, siempre también, que el tiempo acompañe; puede ser que a última hora se tengan que cambiar los planes, pero por eso no deja de ser un día singular.
El menú consistiría en alimentos que a ella le encantasen y fuesen de temporada, y ¡ecológicos de km. 0, por favor!. ¿Hay algún cocinillas o futuro chef?. Pues que ayude a diseñar los platos perfectos. Él sabrá mejor que nadie las cantidades. Aunque como en estas reuniones familiares hay demasiadas cosas en juego, lo mejor sería que se repartiera el trabajo y cada uno se encargase de algún plato, o de traer la mantelería, o de las bebidas, o incluso, del postre. Cada uno lo que mejor se le dé. La decoración y el gusto nunca está demás. Por eso, os quiero dejar algunas instantáneas sencillas con las que podéis tener una mesa de ensueño. Lo único que hace falta es darle el toque personal, ¿quizás con los colores que ella adora?. Os lo dejo en vuestras manos.
El aspecto rústico encaja a la perfección con la celebración en un jardín, aunque lo bucólico y lo romántico también resulta maravilloso. Unos toques de color por aquí y por allá, una mezcla sabia de materiales, diseños y formas y ¡voilà!. ¡El reto está conseguido!.
¡Buen provecho!.
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