El petróleo que fluía de un pozo destruido de British Petroleum (BP) dejó de derramarse sobre las aguas del Golfo de México, por primera vez desde finales de abril, durante una prueba de presión que realizó la compañía.
La empresa británica informó que en punto de las 14:25 horas locales (19:25 GMT) logró cerrar por primera vez la fuga del pozo averiado, para iniciar un periodo de 48 horas de “pruebas de integridad” a la cubierta colocada para sellar la excavación.
BP conduce pruebas de integridad en la cubierta colocada sobre el pozo -ubicado a más de mil 500 metros de profundidad-, luego de superar una serie de contrariedades que retrasaron el proceso en los últimos tres días.
Las pruebas se efectuarán en los próximos dos días, con evaluaciones cada seis horas. Durante ese tiempo los ingenieros vigilarán la presión del pozo para determinar si la cubierta se sostiene y contiene la fuga de crudo, que desde el 20 de abril contamina las aguas del Golfo de México.
La campana es una estructura con una altura de tres pisos que pesa decenas de toneladas, fabricada con acero reforzado para soportar altas presiones.
La empresa ha tenido problemas para contener la fuga y hasta ahora sólo ha logrado disminuir el flujo, no detenerlo. La compañía retiró una tapa vieja que tenía filtración e instaló una nueva la víspera.
Entre 93.5 y 184.3 millones de galones de crudo se han fugado al golfo, según cálculos del gobierno federal.
Al respecto, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, calificó al procedimiento como una “señal positiva”, aunque recordó que aún se encontraba en fase de prueba.
“Es una gran señal, pero está lejos de la metal final”, señaló por su parte Doug Suttles, directivo de BP.
Mientras la firma lucha por detener el derrame, la petrolera estadounidense Apache Corp busca financiamiento para comprar algunos activos de BP, incluyendo los de Alaska, en un acuerdo que rondaría los diez mil millones de dólares.
Los costes:
Analistas estimaron que BP gastará entre 63 mil y cien mil millones de dólares en los próximos 15 años para hacer frente a las tareas de limpieza y temas legales.
Las Causas:
Ya sabréis que la explotación se realizaba a más de mil metros de profundidad. Responsables en Europa alegan que tal problema no ocurriría en este continente, por cuanto las explotaciones de BP y otras multinacionales petrolíferas en el Mar del Norte no profundizan más de 100 o 200.
Debemos pues repreguntarnos, ¿Se disponía de la tecnología adecuada para hacer frente a este “pequeño contratiempo”?
¿Se había testado su eficacia? Trabajar bajo la presión de una columna de agua a cien metros de profundidad no acarrea los problemas de hacerlo a más de mil, por cuanto en las últimas la presión es enorme. ¿Nadie se había percatado de tan insignificante detalle? ¡Imposible! Por tanto, debemos preguntarnos una vez más ¿Qué estudios de impacto ambiental se presentaron? ¿Qué organismo concedió las licencias? La respuesta la tiene el Tío Sam. Ellos también son responsables.
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