El otoño es la estación perfecta para usar indiscriminadamente decoración con calabazas. ¿Por qué?, pues porque son una de las verduras a las que se puede sacar más partido, ya sea con la ornamentación de Halloween, o como elemento de inspiración rústica o infantil, en recuerdo de la famosa carroza de Cenicienta.

¿Qué te parece la idea de escoger alguna en el mercado? Solo tienes que vaciarla por la parte superior haciendo un agujero bastante amplio, para poder introducir la tierra y la planta. Piensa que tipo de vegetal vas a introducir, si es pequeña, lo mejor es que no te decantes por una especie de gran crecimiento, pero si tienes la suerte de encontrar una de grandes dimensiones o conoces a alguien que las cultive en su huerto y te puede regalar alguna, puedes elegir plantas de mayor tamaño.

Además tienes la suerte de poder hacer una rica comida, con un menú basado en este producto tan delicioso y con tantas vitaminas. Un rico pastel de calabaza, una crema de calabaza, o un arroz salvaje con calabaza y garbanzos, pueden ser tres platos que hagan las delicias de toda la familia. Siempre puedes hacer mermelada de calabaza o cabello de ángel, si te sobra mucho; perfectos para desayunos o meriendas hogareñas. Una alimentación sana y de recuerdos, seguro que tus padres o tus abuelos conocen alguna receta muy especial con la que cocinarla.

Tienes varias opciones a la hora de adornarlas, dejarlas con su propia piel (para un aspecto más natural) o pintarlas. En el ejemplo que vemos abajo, fotografía de bre purposed, se han utilizado tonos metálicos que aportan un aire más festivo al espacio.

Hay tantos colores y formas de calabaza, que las deberás elegir precisamente en función de ellos para aportar una buena dosis de frescura. Si quieres que tengan su propia tonalidad, puedes hacer una preciosa composición con los diferentes tonos escogidos, y disponer un rincón de vuestra casa para colocarlas. El “rincón de las calabazas” causará sensación, te lo aseguro, con unas originales macetas para plantas.