55.000 familias han hipotecado todos su ahorros en la generación de energía renovable al amparo de la normativa española que alentaba esta modalidad de inversión en 2007, y que, desde 2010, se encuentran sometidas a dos disposiciones retroactivas (Real Decreto 1565/2010 y del Real Decreto Ley 14/2010) que suponen una merma inesperada de los ingresos previstos de hasta el 30% y a las que se le han adicionado dos nuevos recortes: el establecimiento de un nuevo impuesto del 7% de la facturación (Ley 15/2012) y la no actualización de las tarifas conforme al IPC (RD-L 2/2013), que elevan las pérdidas hasta el 40%. Estas familias son representadas por ANPIER, la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica.

Por si esto fuera poco, el Gobierno amenaza con un quinto recorte, que supondría, por leve que éste fuera, el colapso financiero inmediato del 80% del sector fotovoltaico español, aquel que ha requerido de financiación bancaria y que no podría reintegrar.

ANPIER considera que la banca española debe realizar un ejercicio de absoluta transparencia durante la visita que están realizando los técnicos de la Troika comunitaria de la Unión Europea con el objeto de clarificar la situación real de nuestro sistema financiero.

Los inspectores de la troika -Comisión, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional- están en Madrid por tercera vez para examinar si España cumple las condiciones exigidas a cambio del rescate bancario de hasta 100.000 millones de euros y para analizar nuestro sistema financiero. Ni la Comisión ni el Gobierno consideran necesario pedir más dinero para inyectar a la banca más allá de los 40.000 millones utilizados, pero desde Anpier se alerta de que podríamos cerrar en falso el problema asumiendo unas consecuencias nefastas para el sistema bancario español, la recuperación económica y la necesaria obtención de liquidez por parte de empresas y ciudadanos.

La banca española ya cometió el grave error de no valorar de manera rigurosa sus activos y riesgos de morosidad, lo que generó una espiral en forma de crisis financiera y de confianza, sólo paliada con la intervención de la Unión Europea y el rescate bancario que se implementó el pasado año, y cuyas consecuencias no se han superado todavía y se perciben y padecen en forma de falta de liquidez y financiación.

Para lograr una salida segura de la crisis resulta esencial que el diagnóstico sea certero y esto sólo podrá serlo si la información que España aportan a la Troika es transparente y riguroso. ANPIER sospecha que la Banca no estaría provisionando el capital suficiente para asumir las consecuencias de la previsible quiebra del 80% del sector fotovoltaico español que no puede hacer frente a sus créditos y cuyos parques en manos de la banca carecerían de valor a los pocos días, puesto que sin seguridad y mantenimiento estos parques quedarían mermados de manera irreversible.

Fuente: ANPIER