Como habréis comprobado, si sois asiduos lectores de este blog, el arte del reciclaje no tiene límites; a lo largo del tiempo hemos presentado infinidad de artistas que reciclan objetos inservibles convirtiéndolas en verdaderas obras de arte.
En esta ocasión os presentamos a Brian Marshall y su simpática colección de robots realizados a partir viejos utensilios de cocina como latas viejas, envases de metal para te, tazas, cucharas, tenedores, restos de batidoras, licuadoras, coladores, etc. Una manera creativa de darle una segunda oportunidad de vida a esos cacharros.
Desde muy pequeño Brian Marshall tenía una hobby que era construir todo tipo de aparatos. Su amor por las cosas antiguas le viene de familia porque su padre siempre estaba arreglando coches viejos, cortadoras de césped, y casi cualquier cosa que llevara un motor. Su madre era una fan de los mercadillos de muebles antiguos donde siempre buscaba aquel mobiliario viejo para reciclarlo y darle una nueva vida.
Briam se pasaba los sábados en los vertederos de basura buscando chatarra para crear objetos de lo más variopinto, de repente un día descubrió su gran pasión, la robótica. Desde entonces empezó a crear un orfanato de pequeños robots llamado “Adopt-A-Bot”.
Desde entonces, los robots han adquirido una vida propia. Cada robot está construido casi en su totalidad a partir de materiales reutilizados. Estos materiales se limpian y pulen en diversos grados, hasta llegar a ofrecer simples y divertidas piezas fácilmente reconocibles, y con personalidad, pero también quiere ofrecer al público el valor y posibilidades de la reducción, la reutilización y el reciclaje en nuestro mundo de hoy.
Aquí os muestro una breve muestra de su arte:
Si te gustan puedes adoptar uno en “Adoptabot”, verlos en el portal de imágenes flickr y podéis haceros fan de su página en Facebook.
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