Dentro de pocos días celebraremos el Día Mundial del Medio Ambiente 2021. Este 5 de junio va a ser un acontecimiento especial, porque por primera vez la mayoría de las marcas han apostado por la reducción de su huella de carbono.
Marcas que apuestan por un consumo responsable, consciente y sostenible
Esta concienciación por el medio ambiente ya ha quedado lejos del greenwashing inicial. Por fin se han fijado, y se han dado de cuenta, de que además de tener más cabida sus productos en el mercado, porque la sociedad los está demandando más, ahora la cuestión es que ya no hay marcha atrás en la hoja de ruta.
Quien más y quien menos, ya ha comenzado a apostar por la sostenibilidad desde el inicio, desde la concepción del propio artículo. Pasando por el propio diseño, la búsqueda de materiales, la mano de obra quién lo realiza, las condiciones de trabajo en las que se produce, cómo se lleva a cabo, la elección del packaging…
Cada artículo tiene una larga cadena de suministro y trazabilidad, que hace que tenga mucho más valor. Un valor propio y exclusivo por la manera en la que se ha tratado y se ha lanzado al mercado.

¿Los productos que consumes tienen esta etiqueta?
Productos integrados en la economía circular
La generación de productos ecofriendly, ya no es una cuestión de unos pocos, o de una tendencia de moda, se ha convertido en una seña de identidad y un símbolo de distinción frente a las marcas que se han quedado atrás con pocos o ningún compromiso medioambiental.
Las etiquetas como reciclado, producido de forma ética y con energías renovables, respetuoso con la naturaleza, Km 0, biodegradable, libre de plástico o residuo cero, han pasado a formar parte de nuestro lenguaje de forma natural. El planeta necesita un consumo responsable, consciente y sostenible.
Se diseña con lupa cada producto para que tenga su hueco dentro del sistema de la economía circular. Ya no se tira a la basura sin más, repensando en todos sus usos: se repara, se reutiliza, se recicla, se regala, se reduce o se rechaza si no aporta nada.
Si no hay etiqueta, detrás no hay nada que contar
Un artículo con etiqueta ecológica es mucho más que un simple artículo. Detrás de él hay toda una historia que contar. Solo te hace falta observar, que cuando no hay etiquetas que no especifiquen nada, es que su producción es de todo menos sostenible y respetuosa con la Tierra y los seres vivos.

El maíz es uno de los alimentos que que más se produce de forma transgénica.
Podríamos empezar con alimentación, por poner un ejemplo claro. El maíz con el que se hace la mayor parte de los productos industriales es transgénico. Si en el paquete no lo especifica que no lleva OMG (Organismo Modificado Genéticamente), es que es transgénico.
Lo mismo ocurre con la celulosa o el papel que usamos, ya sean folios, cuadernos, pañuelos, papel higiénico o de cocina; si no aparece el sello de que se ha extraído de bosques gestionados de forma sostenible. Ese papel o celulosa procede de una tala irrespetuosa en la que no se tiene en cuenta el entorno natural, ni el proceso de crecimiento de los árboles para que pueda haber un ciclo en el que se tenga en cuenta el momento apropiado para ello, y que sean a su vez sustituidos por otros.

¿Usas papel de bosques sostenibles?
Algo similar sucede con nuestra vestimenta. Aquellas prendas que no tengan una etiqueta de que se ha producido de forma respetuosa, seguramente provengan de algunos países del mundo donde la industria de la moda ha esclavizado a los trabajadores, e incluso los niños son usados como empleados en unas condiciones muy precarias.
Eso sin tener en cuenta los tintes tóxicos para el medio acuático o terrestre que suelen utilizar, incluso para los seres vivos (incluido el propio hombre), y a pesar de que sea una prenda de materiales naturales como el algodón o el lino, puede tener estas características. Además de gastar miles de litros de agua en su producción, por añadidura.

¿Sabes cuál es la huella de carbono de tus prendas?
Con este panorama, hay que estar ojo avizor con esta nueva revolución verde, para darse cuenta de que cuantos menos residuos se generen y menos se contamine el medio ambiente, estarán esos productos más en concordancia con ese nuevo sentir, con esa nueva mirada hacia el planeta.
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