Sí, has leído bien. El primer chapuzón de este verano lo daremos con bañadores hechos con redes de pesca, y es que la sostenibilidad puede y debe mover el mundo. Multitud de grandes marcas han lanzado sus líneas ecofriendly, por varias cuestiones: primero, porque lo «verde» vende, es decir, cualquier producto o prenda que lleve una etiqueta en la que ponga que ese artículo es respetuoso con el medio ambiente, tiene muchas posibilidades de que el consumidor le dé el visto bueno y se lo lleve a casa; y segundo, por el denominado greenwashing, por el que muchas empresas lavan su cara (que no su alma o espíritu) para parecer que realmente su prioridad es salvaguardar el planeta, cuando todos sabemos que no es así (para eso hay que mirar la cara oculta).

Yo apoyo cualquier decisión que se tome al respecto favoreciendo el reciclaje y contribuyendo a mejorar aunque sea un poco nuestra perspectiva de futuro, por eso aplaudo esta iniciativa. La cuestión es que se involucren de una manera más seria y continuada en el tiempo, y en todos los aspectos de la producción de esa prenda. Pero pasito a pasito, y entre todos, lograremos depositar ese halo en la moda.

El verano es una estación para recapacitar sobre el mundo que queremos y el consumo que realizamos

La verdad es que me siento gratamente sorprendida al descubrir la variedad de modelos existentes. En nuestro país las marcas más conocidas de moda e incluso los hipermercados se han lanzado a la aventura de sacar bañadores para todos, los hombres también se incluyen, aunque todo está dirigido para el universo femenino. Las mujeres, al parecer, somos las que más compramos y más nos preocupamos por estar a la última; y las grandes compañías lo saben y se afanan en establecer vínculos con nosotras; y, misteriosamente, contribuir a que las compras resulten lo más placenteras posibles y a que deseemos tener esos productos en nuestro armario.

Moda respetuosa, compra consciente

En Estados Unidos, por poner el ejemplo más destacado, existen bastantes empresas que se dedican en exclusiva a diseñar bañadores mediante el reciclaje de botellas de plástico recogidas en las playas o en los mares, nylon o redes de pesca. En España también hay pequeñas empresas que han querido apoyar la causa, y ya tienen sus propias tiendas on line donde venden sus colecciones para el agua, utilizando además de esos materiales, otros biodegradables como el bambú orgánico o el lyocell. En general, lo que falta es concienciación, y facilidad para que ese tipo de productos sean visibles para el público.

¿Estáis dispuestos a daros el primer chapuzón con bañadores hechos con redes de pesca?

Podemos encontrar multitud de bañadores para todo tipo de mujeres y de cuerpos, aunque sigue siendo un problema acertar con tallas y modelos sin verlos físicamente (algunas fotografías dejan mucho que desear), sobre todo si nunca has tenido ninguno en las manos. En cualquier caso, es decisivo que además de vender este tipo de productos por Internet, se distribuyan por tiendas físicas para establecer una cercanía con el cliente, ya que el comprador suele ser bastante precavido si tiene además un precio elevado.

Os animo a que deis una vuelta por Internet y descubráis una nueva forma de sumergirse en el verano. Todavía estamos iniciando la andadura. Esperemos que se consolide esta actitud en el consumo, y la familia al completo pueda disfrutar del agua con bañadores 100% comprometidos con el planeta.