No se puede ignorar un movimiento que cada vez gana más adeptos, sobre todo siendo Italia el lugar de origen del «Slow Food«. En la Expo de Milán 2015 hay para todos los gustos. En este caso la alimentación juega un doble papel, además de nutrirnos sirve para algo trascendente: “Salvar la biodiversidad. Salvar el Planeta”, o eso es lo que reza su eslogan.
Desde la Expo de Milán 2015 se quiere poner en marcha proyectos que ayuden a las pequeñas comunidades agrícolas a salir adelante fomentando sus productos, esos que de otra manera desaparecerían, incluso esas especies o semillas únicas que ellos emplean. Uno de ellos: la construcción de 10.000 jardines en África, el “Arca del Gusto”.
Alimentar el planeta sólo es posible a partir de la biodiversidad y su conservación para las generaciones futuras. Para ello es más que necesario tener una perspectiva holística de la agricultura sostenible, un acceso a la alimentación justo, limpio y bueno para la sociedad en su conjunto.
Desde la Asociación Internacional Slow Food informan: “Gracias al proyecto Arca del Gusto, hemos identificado más de 2.000 productos que están en riesgo de desaparecer y hemos creado casi 1.500 huertos en las escuelas y en los pueblos africanos, trabajando para asegurar que las comunidades tienen comida fresca y saludable, sino también para formar un red de líderes que son conscientes del valor de su tierra y su cultura”.
El espacio destinado a Slow Food es un área de 3.500 metros cuadrados en tres edificios modulares que recuerdan a las granjas rurales de Lombardía, llamadas “cascinas”. Diseñado por el estudio suizo de arquitectura Herzog & De Meuron, han querido crear una atmósfera de refectorio y de mercado, “querían que el contenido de la exhibición fuera el protagonista no el propio pabellón donde se encuentra”, afirman desde el estudio.
La construcción es simple, liviana, de bajo impacto ambiental, construida a escala humana y tendrá una duración en el tiempo, algo que va mucho con el espíritu slow. Dentro de este lugar se podrá contemplar
la exposición interactiva, Descubriendo la Biodiversidad. Una muestra para concienciar a todos los visitantes de la importancia de salvaguardarla y cómo puede contribuir sustancialmente al bienestar del planeta y de las pequeñas comunidades agrícolas. Además, las experiencias multisensoriales no se quedan ahí, se podrá degustar queso y vino con catas slow, Se promocionarán quesos locales y su maridaje con vinos de la zona.
Promete ser muy interesante escuchar las experiencias de los agricultores, pescadores, productores de alimentos y cocineros de Slow Food, y redes de Terra Madre. Se puede participar en muchos otros eventos programados en el Teatro Slow Food (reuniones, proyecciones, conciertos, presentaciones de libros, y mucho más…), y también pasear por el jardín agroecológico de 250 metros cuadrados plantado allí mismo, para observar las variedades vegetales y frutas locales. En este lugar se puede aprender mucho sobre la forma tradicional de agricultura y sus especies, todo bajo la óptica de la Agroecología.
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