El 29 de abril (el último miércoles del mes de abril) se celebra el Día Internacional de Concienciación sobre el Problema del Ruido 2015. Una jornada para concienciar a la sociedad en general, y a las empresas y gobiernos en particular, del deber que tienen de protegerse y de proteger a la población de este tipo de contaminación ambiental; que cada vez genera más enfermedades físicas y psicológicas, un gasto extra para la Sanidad que debería haber sido previsto y haberle puesto remedio. Dolores de cabeza, problemas de corazón, sordera, estrés o ansiedad, son algunas de las patologías más comunes debidas a la contaminación acústica.

exceso ruido

Los ruidos a los que estamos expuestos los urbanitas en las ciudades, muchas veces superan los decibelios permitidos por la OMS. Por la noche, son 30 db, y por el día los límites están en 55 db, para que no peligre la salud. Pero aún así puntualmente, muchos superan con creces esas medidas. La intensidad y el tiempo al que se está expuesto harán que puedan ocasionar daños en los seres vivos.

Cualquiera de los electrodomésticos que tenemos en nuestra casa generan ruido. La aspiradora, el secador de pelo, la cadena de música o el mismo televisor, pueden ser nefastos para nuestro organismo. Así mismo, las personas que trabajan en lugares en donde se genera mucha cantidad de ruido o sonidos muy altos, pueden terminar teniendo una enfermedad laboral: obreros de la construcción, peluqueros, personal de aeropuertos, discotecas o de cines, trabajadores de la industria, etc.

Se deberían tratar algunas como profesiones de alto riesgo, pero muchas de ellas no están así contempladas. Los que se llevan la peor parte son los niños, muchos de ellos en todo el mundo tienen que convivir diariamente con el ruido en la escuela, en casa, o incluso mientras duermen, ya que en muchos países en vías de desarrollo nadie se encarga de controlar esta “pandemia”.

Lo mismo ocurre con la fauna en lugares donde ha llegado la civilización y ha impuesto sus tremendos sonidos. Los animales al tener muchos de ellos un agudo sentido del oído, tienen más probabilidades de sufrir cualquier tipo de daño relacionado con el ruido. Nuestras mascotas también están en peligro, y aquella fauna que habita en las ciudades.