Según un informe, a finales del 2015 legaremos a los 7 mil millones de móviles activos a nivel mundial, lo que llegaríamos prácticamente a la paridad móvil / humano.
Aprovechando que hoy arranca la feria mundial de móviles MWC (2-5 marzo) en Barcelona con el lema «The edge of innovation»; y sin querer hacer demagogia sobre si la tecnología es buena o no para el ser humano, hay que ser conscientes, que el abuso indiscriminado de la tecnología móvil está provocando conflictos humanitarios y ambientales en la República Democrática del Congo.
Según el último informe “The World in 2014: ICT Facts and figures” publicado por La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) en 2014 se llegó a los 6.915 millones de móviles en uso a nivel mundial, por lo que en 2015 se superaría la barrera simbólica de 7.000 millones de líneas activas de móviles a nivel global. Cabe recordar que en estos momentos la población total mundial es de casi 7.300 millones de personas.
La demanda mundial de minerales se incrementa también debido a una alta tasa de renovación de móviles y una baja tasa de reciclaje de los terminales en desuso, como ocurre en España y en otros países, donde se calcula que hay casi 100 millones de móviles guardados en hogares.
Para satisfacer esta gran demanda global y fabricar móviles y otros dispositivos tecnológicos se requieren componentes que incluyen valiosos minerales. Entre ellos se encuentran el coltán para los condensadores, la casiterita para el estaño de los circuitos y el tungsteno que hace vibrar los móviles. Parte de estos minerales se explotan ilegalmente en el este de la República Democrática del Congo, donde se encuentran las mayores reservas de coltán del mundo.
La falta de controles en la explotación y exportación de estos minerales ha facilitado la financiación de grupos militares que se disputan el control del territorio y las minas. Este conflicto ha provocado en las últimas 2 décadas unos 6 millones de víctimas, millones de desplazados y refugiados, innumerables violaciones contra mujeres y niñas, deforestación y destrucción de la selva, y matanza de especies en peligro de extinción, entre otras lamentables consecuencias.
El Instituto Jane Goodall reclama mayor control del origen de los minerales utilizados en nuestra tecnología y ofrece una charla el 4/3 en el Centre Cultural Sant Josep (L’Hospitalet).
La doctora Jane Goodall, Mensajera de la Paz de Naciones Unidas, ha alertado sobre las masacres que provoca la explotación ilegal” de estos minerales y ha declarado que :
“como consumidores podemos marcar una gran diferencia con nuestra elección de compra y el alargamiento de la vida útil de nuestros teléfonos, promoviendo el reciclaje de los mismos y la reducción de la demanda de recursos extraídos ilegalmente, muchas veces utilizando mano de obra forzada o infantil, o en condiciones de gran inseguridad y precariedad, destruyendo al mismo tiempo zonas que son hábitats de especies en peligro de extinción como los chimpancés y los gorilas”
Por todo ello, el Instituto Jane Goodall en España promueve a través de su equipo de voluntarios la campaña de reciclaje de móviles “Movilízate por la selva”, cuyo objetivo es sensibilizar a la ciudadanía y disminuir la huella ecológica y social de nuestra alta demanda tecnológica, así como contribuir mediante el reciclaje a financiar proyectos educativos y de conservación en la cuenca del Congo. Se puede realizar el envío gratuito de móviles por Correos con la etiqueta pre-franqueada disponible en www.movilizateporlaselva.org.
Todos los fondos obtenidos por el reciclaje de móviles son destinados por el Instituto Jane Goodall a proyectos solidarios en África, entre los que se cuentan programas de apoyo a niños con discapacidades y a niñas violadas, así como programas de reforestación y de rescate de chimpancés traficados.
Si quieres profundizar en el tema, el próximo miércoles 4/3 a las 19.30hs, el director ejecutivo del Instituto Jane Goodall, Federico Bogdanowicz, ofrecerá la charla “Minerales de sangre: De la selva a tu móvil” en el Centre Cultural Sant Josep (L’Hospitalet del Llobregat).
Fuente: www.janegoodall.es
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