Pensando en los primeros fríos que dentro de un tiempo llegarán, a no ser que el cambio climático nos traiga otras sorpresas meteorológicas, el mejor hobby para pasar el tiempo es hacer punto o knitting. Una actividad que ha vuelto a renacer y tiene multitud de seguidores enganchados a los ovillos. Los únicos requisitos para empezar a desarrollarla es una infinita paciencia, ganas de aprender y no tener miedo a equivocarse, aunque sería necesario además una condición física en la que las cervicales estuviesen en perfecto estado. Es la zona del cuerpo que más sufre cuando se está con las agujas.
Lo que más gusta a las personas que realizan knitting, es el estado de relajación y concentración que se consigue, ¿será el nuevo yoga? Algo debe de tener que la gente que se ha puesto manos a la obra, habla maravillas. Supongo que el realizar un trabajo físico placentero en el que ves cada día cómo progresa tu creación, es muy gratificante. Sobre todo cuando eliges cómo la vas hacer, la forma, los colores, la textura …y para quién va a ser. Una manera de regalar objetos artesanales y originales hechos por uno mismo.
Existen centros y lugares públicos en distintas ciudades españolas, donde se queda para disfrutar del punto, aprender nuevas técnicas y de paso hacer nuevos amigos.
La lista de objetos para hacer tricotando es interminable, aunque los más solicitados son las colchas, los jerséis, los gorros, las bufandas, los guantes y los chalecos de punto. La realidad es, que una de las causas del auge de esta actividad, es la mala calidad de las prendas de punto que se pueden encontrar en el mercado en la actualidad. Es prácticamente imposible encontrar una chaqueta abrigadita para el otoño-invierno que no sea de un material artificial, el poliéster es el tejido rey: ese que electriza todo lo que toca y que no deja transpirar.
La lana y el algodón son los protagonistas de está técnica manual que cualquiera puede comenzar y desarrollar en casi cualquier parte.
La oficina, el metro o el autobús o el banco del parque son los lugares preferidos para continuar una tarea que nunca acaba, ¡siempre hay alguien al que debes algún favor!, ¿por qué no regalarle algo realizado con tus propias manos?
También el arte de tricotar está unido al movimiento slow, un estilo de vida diferente que propugna una desaceleración con tintes sostenibles que abarca a todo lo que concierne al ser humano. También, muchos famosos como Julia Roberts o Ruseell Crowe lo practican en sus hogares, y en España, la periodista Sara Carbonero, ha comentado que está encantada con esta ocupación.
Las herramientas necesarias para hacerlo: ovillos de algodón o lana y agujas de aluminio o acero. Además, sería necesario una silla cómoda y a ser posible un cojín para la espalda y el cuello (depende del tiempo que se le dedique).
Este otoño que nadie te quite las ganas de crear: ¡únete al club de tricotar!
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